Un acuerdo entre el gobierno de China y el Vaticano sobre la situación de la Iglesia Católica en el país no sería solo una posibilidad, sino que sería inminente para los próximos meses.
Si bien no hay un tiempo específico para la firma del acuerdo, "he escuchado que es inminente. Y en China, en muchas áreas y ambientes, ya se considera un trato hecho", dijo Henry Cappello, Presidente de la organización "Caritas in Veritate International", a CNA, agencia en inglés del grupo ACI, el 2 de febrero.
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Capello viaja a China regularmente para brindar formación a los obispos del país, y tiene lazos fuertes tanto con los prelados aprobados por la Santa Sede como por aquellos respaldados por la asociación católica patriótica china, que respalda el gobierno.
En 1951, el gobierno de China rompió relaciones diplomáticas con el Vaticano y desde la década de 1980, ha cooperado vagamente en los nombramientos episcopales
Sin embargo, el gobierno también ha nombrado obispos sin la aprobación del Vaticano. Esto ha llevado a una relación tensa y complicada entre la asociación patriótica y la "Iglesia clandestina", que incluye a sacerdotes y obispos que no son reconocidos por el gobierno.
Muchos fieles y sacerdotes católicos que han rechazado el control del gobierno han sido aprisionados, acosados y perseguidos.
Actualmente, todo obispo reconocido por el gobierno chino debe ser miembro de la asociación patriótica, y muchos obispos nombrados por el Vaticano que no son reconocidos o aprobados por el gobierno chino han enfrentado persecución.
Muchos de los obispos aprobados por el Vaticano en China se están acercando a la edad de 75 años, cuando deben presentar su renuncia, y muchos otros han muerto, mientras que pocos sucesores han sido nombrados, generando preguntas sobre si el acuerdo podría estar cerca.
Capello estuvo en China hace dos semanas y se reunió con Joseph Ma Yinglin, obispo de Kunming aprobado por el gobierno, quien le explicó el acuerdo propuesto.
Sin el consentimiento del Vaticano, Ma fue nombrado por la asociación patriótica para dirigir la diócesis en 2006. Tras su ordenación episcopal, el Vaticano declaró su excomunión, porque fue ordenado obispo sin la aprobación de Roma.
En 2010, Ma fue nombrado presidente de la conferencia de obispos de la asociación patriótica china.
Como parte del acuerdo, que ha sido ampliamente reportado en los últimos días, se espera que el Vaticano reconozca oficialmente a siete obispos que están fuera de la comunión con Roma, entre ellos dos o tres obispos, uno de los cuales es Ma, cuyas excomuniones han sido explícitamente declaradas por el Vaticano.
El nuevo acuerdo también aparentemente definiría los roles del gobierno de China y el Vaticano en futuros nombramientos episcopales: el Vaticano propondría a los nuevos obispos y el gobierno tendría la decisión final.
Capello dijo que la propuesta ya ha sido discutida en China, y cree que "esta es la dirección en que van las cosas".
Con respecto a los siete obispos que serían reconocidos, Mons. Anthony Figueiredo, que ha trabajado con ellos a través de Caritas in Veritate en los últimos años, y estuvo en China en julio de 2017, confirmó la noticia del acuerdo, y dijo que "si el Vaticano va a aceptarlos y un acuerdo se va a alcanzar, va a ser para todos ellos".
Figueiredo, que vive en Roma, Italia, y viaja a China varias veces al año con Caritas in Veritate, dijo que ha trabajado de cerca con los siete obispos y "ellos han deseado esta comunión por años".
Él personalmente entregó una carta de los obispos al Papa en 2016, en la que, dice, expresan al Papa su deseo de comunión con Roma.
"Ellos no propusieron el acuerdo, ciertamente no en la carta que me dieron", dijo, indicando que el Vaticano ha enviado delegaciones en varias ocasiones a China a discutir los detalles de un posible acuerdo.
Figueiredo señaló que este acuerdo podría ocurrir durante los próximos meses, y "creo que podría bien venir esta primavera, absolutamente".
Por su parte, Capello dijo que no podría confirmar o negar los detalles específicos del acuerdo, pero hace unas dos semanas, durante su visita a China, vio que "estamos hablando en la dirección correcta" sobre lo que ha sido reportado.
"Los obispos chinos tendrían una gran voz, pero sabiendo que la Iglesia en China está en una nación comunista, entonces la Iglesia y el Estado, la línea entre ellos es muy delgada", dijo.
"Realmente no hay blanco y negro, hay superposición ahí, así que por supuesto que habría una aportación de parte del gobierno… sería una colaboración", añadió.
Tras haber viajado por varias provincias de China por los últimos 25 años, para Capello se ha progresado notablemente en términos de relaciones de la Iglesia y el gobierno en la última década, y especialmente en los últimos cinco años.
Con este acuerdo, el Papa Francisco "está construyendo puentes", dijo, añadiendo que cree que los principales opositores al acuerdo "están en el lado equivocado de la historia".
Uno de los más abiertos críticos del acuerdo con el gobierno chino ha sido el Cardenal Joseph Zen, Arzobispo Emérito de Hong Kong.
El Cardenal Zen fue ordenado sacerdote en 1961 y se convirtió en obispo en 1996. Ha tenido una larga carrera misionera en China y ha sido un abierto crítico de los abusos contra los derechos humanos en China.
Sus preocupaciones han aumentado tanto que recientemente viajó a Roma para encontrarse con el Papa Francisco y hablar sobre el acuerdo propuesto.
En una carta publicada en su blog el 29 de enero de este año, el Cardenal Zen dijo que si bien su encuentro con el Papa la semana pasada fue consolador, cree que "el Vaticano está vendiendo a la Iglesia Católica en China… si ellos van en la dirección que es obvia por lo que están haciendo en los años y meses recientes".
El Cardenal sugirió que el Santo Padre no estaba al tanto de la situación, y cuestionó si podría haber un punto común con un "régimen totalitario", comparando esto con un acuerdo hipotético entre San José y el Rey Herodes.
Dijo además que "estaría más que feliz de ser el obstáculo" del acuerdo entre China y el Vaticano.
El Vaticano respondió con un comunicado difundido el 30 de enero, diciendo que el Papa está bien informado sobre el diálogo con China, así que "es por ello sorprendente y lamentable que lo contrario sea afirmado por personas de la Iglesia, generando confusión y polémica".
En una entrevista con el diario italiano La Stampa el 31 de enero, el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, habló sobre el acuerdo y, aunque no mencionó los comentarios del Cardenal Zen, dijo que "nadie debe aferrarse al espíritu de oposición para condenar a su hermano o utilizar el pasado como excusa para provocar nuevos resentimientos y cierres".
Sobre el acuerdo, dijo que "si a alguien se pide hacer un sacrificio, pequeño o grande, debe ser claro para todos que este no es el precio de un intercambio político, sino que entra en la perspectiva evangélica del bien mayor, el bien de la Iglesia de Cristo".
Figueriedo dijo a CNA que cree que el Vaticano fue rápido en responder al Cardenal Zen para proteger el acuerdo, porque "realmente solo se necesita una persona en el lado chino que diga 'no deberías seguir'", lo que, dice, ha sucedido en el pasado".
China es extremadamente compleja, dijo, explicando que el Vaticano ha llegado a un punto de entendimiento de la nación que es tanto "alentador y notable".
CNA se puso en contacto con el Vaticano para una confirmación, pero declinaron a comentar sobre la situación.
Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 4 de diciembre de 2017