Mons. Ramón Castro es el Obispo de Cuernavaca, una de las diócesis "más violentas" de México y debe enfrentar diversas pruebas para guiar pastoralmente a los fieles.
En una entrevista concedida a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) México, Mons. Castro indicó que lleva cuatro años y medio al frente de la Diócesis de Cuernavaca que es "una de las más violentas, de las más inseguras, donde por desgracia existen tantas dificultades de crimen organizado, de secuestros, de violencia, de corrupción".
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"Hay zonas de la diócesis en manos totalmente o casi totalmente del crimen organizado. Tenemos siempre desde los últimos diez años los primeros lugares en todas las cuestiones de violencia e inseguridad", denunció.
Mons. Castro indicó que esta situación le "preocupa muchísimo porque en todas las visitas pastorales que hasta este momento he realizado en 67 parroquias, encuentro víctimas, encuentro familiares de víctimas y es tan triste escuchar sus dramas, sus situaciones tan duras, tan difíciles que han vivido, secuestros".
Destacó que en Cuernavaca el crimen organizado también obliga a los comerciantes a pagar un "derecho de piso" para garantizarles "su seguridad" y si no lo hacen "les queman su negocio".
El Prelado lamentó que en la ciudad "hay muchas conexiones entre el gobierno y el crimen organizado. Hay muchos intereses y no se combate como se tendría que combatir".
Mons. Castro señaló a ACN que esa situación supone un reto para dirigir la diócesis, ya que en Cuernavaca "cuando un pastor dice la verdad y analiza un diagnóstico real de lo que está sucediendo, eso nos causa persecución".
"Hay muchos personajes que en este estado son perseguidos por decir la verdad. Cuando yo lo intento o la digo, también he recibido persecución y he recibido de alguna manera amenazas indirectas", manifestó.
Comentó que "hace un año y medio el neumático delantero de mi automóvil fue cortado con una navaja y habría sido un accidente perfecto si no nos hubiéramos dado cuenta a tiempo".
También dijo que "he sido calumniado" ya que en una ocasión se difundió el rumor de que "yo recibí 75 millones de pesos (unos tres millones de dólares) y que de esos yo construí una cancha de tenis en el seminario. Eso es absolutamente una mentira".
Además, "se ha hecho público a nivel nacional de que yo soy defensor de dos sacerdotes pedófilos de la Diócesis de Campeche. Eso es absolutamente mentira. Todo aquello que sirve para desprestigiar la figura del Obispo es potenciado para hacerlo perder autoridad moral".
"Debo asegurarles que por gracia de Dios, el pueblo de Morelos, la Iglesia y los no católicos se dan cuenta de esta campaña y en la mayoría de las ocasiones, estas no funcionan", manifestó.
Aclaró que no tiene "ningún temor. Estamos en manos de Dios y yo estoy plenamente seguro de lo que en México decimos tan comúnmente: 'Nadie muere la víspera'. El día que tengamos que morir el Señor tiene sus decisiones y tiene sus planes".
El Obispo de Cuernavaca también dijo que por orden del gobierno "se me ha prohibido visitar las cárceles", pero que "con la gracia de Dios, el equipo de pastoral penitenciaria sigue trabajando".
Mons. Castro destacó que él no se mete en política y que se preocupa en "defender la dignidad de la persona sea quien sea basada en la justicia, que no puede estar separada de la verdad", según los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
"La política verdadera, que desgraciadamente está tan desprestigiada en nuestro país, es la preocupación del trabajo por el bien común de la sociedad, del pueblo. El servicio al pueblo es algo que no entra en la mayoría de nuestros políticos por desgracia, y esto hace que la política esté tan desprestigiada porque trabajan para servirse a sí mismos", expresó a ACN.
A mediados del 2017, el semanario Desde la Fe, de la Arquidiócesis Primada de México, indicó que Cuernavaca, en el estado de Morelos, es una de las urbes más violentas del país y que por ello ha pasado de ser conocida como "la ciudad de la eterna primavera" a "ciudad de la eterna balacera".
También resaltó que "los encargados de la seguridad denuncian por lo menos 49 colonias de alta peligrosidad, donde se cometen robos violentos, agresiones sexuales y homicidios, y la ciudadanía no denuncia por desconfianza y frustración".
En mayo de 2017, Mons. Castro convocó a una "Marcha por la Paz" en la que participaron miles de personas.
Por otro lado, el Prelado dijo a ACI Prensa que desde que asumió el mandato de la Diócesis ha tenido "algunos desencuentros sobre los temas del matrimonio igualitario y sobre el aborto" con el gobernador del estado de Morelos, Graco Ramírez, y que este lo ha difamado en diversas ocasiones.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 12 de enero de 2018