El Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, presidió el 24 de diciembre la celebración de la Misa de Nochebuena en Tierra Santa, en el lugar donde según la tradición nació Jesucristo hace más de dos mil años.
Según informó el Christian Media Center, el Prelado presidió la Eucaristía en la Iglesia de Santa Catalina, dentro del complejo de la Basílica de la Natividad en Belén (Palestina), ante unas 1.300 personas, entre las cuales se encontraba el presidente del Estado de Palestina, Mahmud Abás.
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En su homilía, recogida en el sitio web del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pizzaballa expresó que "hay un riesgo que quisiera evitar: reducir Navidad a una fiesta, bonita y especial cuanto queramos, pero hecha muda e insignificante, ya obvia en su repetición tradicional".
"El nacimiento de Cristo es siempre una profecía, que revela por una parte el actuar de Dios, y por otra, pide a nosotros un actuar consecuente. Sin el actuar de Dios, la Navidad es imposible, y sin nuestro actuar la Navidad es inútil. Como para los pastores, así para nosotros la Navidad es una propuesta de camino, un camino hecho en sentido contrario", destacó el Prelado.
Indicó que a través de su nacimiento, Cristo revela que "somos y debemos ser signo discreto del poder del amor, humilde inicio de un reino de paz y de verdad, que vendrá no con las fuerzas de las armas sino con la conversión de la vida, presencia de compartir y de fraternidad, con débiles fuerzas mal entendidas y rechazadas, pero profecía y anuncio de la presencia de Dios mismos entre los hombres".
Mons. Pizzaballa destacó que a lo largo de la historia de la humanidad "la grandeza y el poder son nuestros sueños, el deseo escondido que nos mueve a todos, en las relaciones cotidianas como en las relaciones internacionales".
"Todos antes como hoy, buscamos un Reino fuerte y potente que nos haga sentir protegidos y seguros. A los pastores y a nosotros por el contrario, se nos ofrece un signo opuesto: un neonato sin poder e indefenso. Toda la gloria cantada por los ángeles, el entero ejército celeste movilizados esa noche, se reúnen esa noche, se concentran ahí en aquel niño envuelto en pañales, puesto en un pesebre", manifestó Mons. Pizzaballa.
El Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén afirmó que "Belén, esta tierra santa y las iglesias que aquí viven, oran y sufren, deben y pueden ser para la Iglesia entera y para el mundo llamada viva al misterio cristiano, de la semilla que lleva fruto donándose hasta la muerte".
Durante la Eucaristía, Mons. Pizzaballa llevó en procesión una imagen del Niño Jesús por el templo y la colocó en la Gruta de la Natividad, construida sobre el sitio donde, según la tradición, la Virgen María dio a luz.
Como parte de las celebraciones por la Navidad en Belén, el día 24 de diciembre los scouts realizaron un desfile por la ciudad, se realizó una procesión, Mons. Pizzaballa presidió el rezo de las vísperas en la Iglesia de Santa Catalina y miles de peregrinos visitaron la Basílica de la Natividad para venerar los lugares santos.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 24 de diciembre de 2017