Los inmigrantes que son devotos de la Virgen de Guadalupe sufren menos estrés que aquellos que no, según un estudio realizado por la Universidad de Alabama, en Estados Unidos.
La investigación, publicada este año, fue realizada por los antropólogos Mary Rebecca Read-Wahidi, y Jason A. DeCaro, quienes en el año 2013 entrevistaron a los inmigrantes mexicanos que residen en el Condado Scott, en el estado de Misisipi.
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Un artículo publicado por la Universidad de Alabama sobre el estudio indica que en ese lugar vive "una de las poblaciones hispanas más grandes de Misisipi".
En el artículo de la Universidad de Alabama, DeCaro indicó que a los inmigrantes esta devoción mariana "les ha proporcionado una especie de amortiguador de las tensiones que afectan su salud. No significa que no sean conscientes del estrés y que todo sea color de rosa, pero pueden dejarlo a un lado, más o menos".
Los dos antropólogos señalaron que entre los factores que provocan estrés a los inmigrantes figuran el miedo a la policía, a la deportación, la carencia de un empleo y de seguro de salud y por la situación de sus familias en su país de origen.
Por su parte, Read-Wahidi indicó que en su estudio notaron que "la devoción a la Virgen de Guadalupe conserva muchos elementos como en México, pero también se acomoda a las esperanzas y miedos específicos que vienen con el hecho de ser un inmigrante en el Misisipi rural".
"Nuestros resultados muestran cómo las personas que se ajustan al modelo del devoto Guadalupano en el Condado Scott, en Misisipi, no tienen esa esperada disminución de bienestar cuando se enfrentan con factores estresantes diarios muy intensos", destacó.
La antropóloga dijo a Mississippi Catholic, el periódico de la Diócesis de Jackson, que como parte de su trabajo, que era su tesis de doctorado, conversó con la hermana Lourdes González, una religiosa de la orden de las Misioneras Guadalupanas del Espíritu Santo que atienden a los fieles en el Condado Scott.
Indicó que la monja le dijo que los inmigrantes tenían la certeza de que la Virgen de Guadalupe "escucha sus preocupaciones. Es un camino a la oración. La gente le habla como si estuviera viva y en la habitación. Ella tiene un lugar especial en la familia".
"Puede que no se sientan cómodos al hablar con Dios, pero pueden hablar con la Virgen. Ella es la figura materna. Cuando ellos están tan lejos de casa, necesitan una figura materna", manifestó Read-Wahidi.
Agregó que el 12 de diciembre, Fiesta de la Virgen de Guadalupe, los inmigrantes en el estado de Misisipi conmemoran ese día con Misas y procesiones.
"Ellos hacen una celebración pública, es llevada a las calles. Esto le da a la comunidad mexicana la oportunidad de compartir con ella (la Virgen). Disfrutan ver cómo la acogen otras personas", manifestó la antropóloga.
La Iglesia Católica recuerda el 12 de diciembre de cada año el día en que la Virgen María, en 1531, le pidió a San Juan Diego, un indígena mexicano, que subiera a la cima de la colina del Tepeyac para que recogiera flores, las colocara en su tilma y se las llevara al Obispo.
Cuando San Juan Diego abrió su tilma y dejó caer las flores, en el tejido apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe, que hoy se conserva en su Santuario, en Ciudad de México.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 11 de diciembre de 2016