Después del brutal ataque que sufrió en agosto la imagen de Cristo Crucificado del Santuario de la Candelaria de Copiapó, en el norte de Chile, el 4 de noviembre volvió a su lugar restaurada ante la mirada emocionada de los fieles presentes.
En la mañana del lunes 21 de agosto, un grupo de jóvenes sacaron la imagen de Cristo y le arrancaron la cruz, le cortaron los brazos y las piernas, y luego lo tiraron a un cesto de basura donde intentaron prenderle fuego.
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Además, destrozaron algunas placas de agradecimiento, rompieron ventanas, dieron vuelta las bancas, dejaron invertidos un candelabro y una oración a Jesús Crucificado, y rompieron las cruces que se utilizan para el Vía Crucis.
El Santuario es uno de los recintos marianos más importantes de Chile, donde se venera a la Virgen de la Candelaria, Patrona de Atacama, cuya fiesta se celebra el 2 de febrero con la llamada "fiesta grande", y el 15 de agosto con la fiesta chica.
Tres meses después, los devotos se han reunido en el templo para celebrar la reposición de la imagen en una Misa presidida por el Obispo de Copiapó, Mons. Celestino Aós, acompañado por el rector del Santuario, P. Francisco Javier Medina.
"Esta cruz fue colocada por nuestros antepasados", recordó Mons. Aós, "fue visitada por innumerables atacameños y visitantes a quienes sí les interesa Jesucristo, esta cruz ha estado y ahora estará ahí como un recuerdo, como un punto de referencia y encuentro".
"A través de esta imagen de Jesús crucificado muchos se han encontrado con Dios en su sufrimiento, en sus problemas", sostuvo.
En esta Misa "oramos por los que estamos aquí para confesar a Jesucristo como el Señor, oramos por los que han contribuido con sus aportes para que se restaurara esta imagen y arreglara su altar".
Agregó que también "rezamos por quienes lo ofendieron y destruyeron: que también ellos puedan reconocer a Jesucristo como el Hijo de Dios, como el Salvador de los hombres y se sumen a nuestra Iglesia".
Finalmente, el Prelado hizo referencia al letrero sobre la cruz: "Jesús de Nazaret, el Rey de los judíos".
"Así está escrito; así lo reconocemos; así queremos que reciba aquí a todos los que visiten este altar y este Crucifijo; así queremos que lo reconozca todo Copiapó y todo Atacama porque nosotros seamos mujeres y hombres que viven como Jesucristo vivió", explicó.
Tras colocar la cruz en su lugar, Mons. Celestino besó los pies de la imagen, y junto al P. Medina colocaron ofrendas florales.
Luego los fieles se acercaron a la cruz para besar los pies del Crucificado.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 21 de septiembre de 2017