En esta época se ha difundido la postura abortista que no considera como ser humano al niño por nacer, pese a que es capaz de sentir dolor en el vientre materno, aunque la dignidad de la persona humana no depende de esto sino en su ser Hijo de Dios.
El National Catholic Register hizo una lista sobre lo que se sabe, a través de la ciencia, de todo aquello que experiementa el niño por nacer en el vientre materno.
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1. Angustia
A las 8 semanas los fetos muestran signos fisiológicos de angustia en respuesta a los estímulos. A las 20 semanas son capaces de retroceder ante factores estresantes y experimentar un aumento de las hormonas del estrés. La exposición excesiva a factores estresantes en el útero puede llevar a problemas emocionales y de conducta más adelante en la vida.
2. Dolor
Un artículo de 2006 publicado en el British Medical Journal señaló que "es imposible que un feto sienta dolor".
Declaraciones más recientes del Royal College of Obstetricians and Gynecologists, el Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y otras autoridades reconocen que los fetos sí pueden experimentar dolor al menos en el tercer trimestre.
Incluso antes del tercer trimestre, la angustia fisiológica y las reacciones aversivas son evidencia de algún tipo de trauma. Tal vez no sea un dolor consciente, pero no significa que no sea desagradable.
3. Vista y preferencias visuales
Se sabe desde hace mucho tiempo que los sonidos del mundo exterior llegan a los bebés en el útero, pero es menos conocido que la luz también puede llegar a ellos. La luz suficientemente brillante pasa a través de la pared abdominal y, si es demasiado brillante, los bebés se apartarán de ella.
Sin embargo, no siempre se estremecen ante la luz y, a veces, están más interesados en otras cosas.
En general los recién nacidos prefieren ver rostros antes que otras cosas. En 2016 un estudio proyectó imágenes claras a través de la pared uterina y descubrió que, incluso antes de su nacimiento, los bebés ya prefieren las imágenes similares a las facciones antes que otro tipo de imágenes.
4. Audición y lenguaje
Los bebés pueden reconocer voces familiares (sobre todo la de su made, pero también otras voces que oyen a menudo), así como canciones y rimas infantiles.
Ahora ya se sabe algo del aprendizaje de idiomas en el vientre materno. Allí los bebés no solo aprenden a reconocer palabras particulares y retienen esa memoria después del parto, sino que también pueden diferenciar entre idiomas familiares y desconocidos, de modo que los fonemas y patrones del habla de, por ejemplo, el idioma chino, no serán familiares para un bebé acostumbrado a escuchar ruso y viceversa.
5. Gusto y olor
Lo que sea que mamá coma o beba no llega al bebé solo a través del cordón umbilical. Lo que consume también afecta el sabor del líquido amniótico que los bebés prueban y tragan (¡También lamen la pared uterina y la placenta!).
Cuando el líquido amniótico tiene un sabor dulce, los bebés ingieren más, una preferencia que comienza a las 15 o 16 semanas. También hay afinidades integradas para los gustos de la sal, pero, más allá de estas preferencias naturales, los bebés también aprenden de los sabores en el vientre materno.
A las 21 semanas, los bebés que usan su sentido del gusto y el olfato pueden experimentar sabores complejos.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en National Catholic Register.