Los obispos de Estados Unidos pidieron al Presidente Donald Trump extender el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los migrantes provenientes de El Salvador y Honduras, pues "no pueden regresar con seguridad a su país de origen en este momento".
El llamado lo hizo Mons. Joe S. Vásquez, Presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) a través de la carta de presentación del informe titulado Estatus de Protección Temporal: Pieza vital del rompecabezas para la protección y prosperidad centroamericana.
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El documento es publicado luego que el gobierno dijera que el 10 de noviembre anunciará su decisión sobre el TPS para los inmigrantes ilegales de Nicaragua y Honduras, cuyo permiso para permanecer en Estados Unidos expira el 5 de enero de 2018.
En su nota, la USCCB señaló que una delegación de la Oficina de Servicios de Migración y Refugiados viajó a Honduras y El Salvador del 13 al 19 de agosto de 2017 para examinar su capacidad "para recibir e integrar adecuadamente el posible retorno de los beneficiarios del TPS existentes".
"La realidad actual es que tanto Honduras como El Salvador, debido a la violencia, no tienen la capacidad para repatriar adecuadamente y lograr una integración sostenida de los destinatarios de TPS en este momento de una manera que no socave la estabilidad económica, cree una re-migración y tenga tal vez un impacto en la seguridad regional", expresa el documento.
En ese sentido, indicó Mons. Vásquez, "como indica este informe, hay amplia evidencia que sugiere que los actuales beneficiarios del TPS provenientes de Honduras y El Salvador no pueden regresar con seguridad a su país de origen en este momento".
El Obispo, que pidió orar por los pueblos de ambos países, invitó a los fieles a contactar con "la Administración para solicitar una extensión del TPS para El Salvador y Honduras", así como "dirigirse a sus líderes electos del Congreso para solicitarles que apoyen una solución legislativa para los beneficiarios del TPS que se encuentran en los Estados Unidos desde hace muchos años".
Este régimen especial evita la deportación y da una autorización de empleo. Fue otorgado para atender a los nacionales de Honduras y Nicaragua que no podían regresar a sus países luego de la devastación causada por el huracán Mitch en 1998, que dejó cerca de 11 mil muertos y unas 8 mil personas que permanecían desaparecidas hasta finales de aquel año.
En el caso de El Salvador, el TPS fue otorgado luego de los sucesivos terremotos de enero y febrero de 2001.
En ese sentido, el portavoz de seguridad nacional de Estados Unidos, Dave Lapan, informó que el Ejecutivo está dialogando con las autoridades de los países centroamericanos. Sin embargo, pidió tener en cuenta "el hecho de que el TPS es temporal".
"Otros gobiernos han creado la situación en la que la gente ha prolongado su estancia en Estados Unidos durante años; pero la realidad es que debería haberse hecho con la idea de que era algo temporal", insistió.
El TPS beneficia actualmente a unos 200 mil salvadoreños, unos 60 mil hondureños y más de 5 mil nicaragüenses.
"Los beneficiarios del TPS que viven en los Estados Unidos son padres de más de 270,000 niños ciudadanos estadounidenses y están muy integrados en la vida diaria de los Estados Unidos", indica la nota de la USCCB.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 21 de febrero de 2017