La guerra, el terrorismo y la pobreza en Irak y Siria no han sido impedimento para que algunas parejas decidan unirse para siempre en santo matrimonio.
A continuación, seis historias de amor que se sobreponen a las adversidades en estos dos países. Las cinco primeras reciben ayuda económica de la Iglesia latina de San Francisco de Asís en Alepo, Siria, administrada por los frailes franciscanos.
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1.- Diala y Khalil
Diala y Khalil / Foto: Cortesía Iglesia Latina de San Francisco de Asís en Alepo (Siria)
Khalil y Diala se casaron en de julio de 2016, cuando la ciudad de Alepo aún estaba bajo el poder de los terroristas. Khalil contó a ACI Prensa que antes de la guerra abrió una pastelería con sus ahorros, pero perdió todo cuando estalló la guerra civil en 2011.
El joven de 32 años recordó que cuando conoció a Diala "solo tenía un dólar en el bolsillo" y aseguró que ambos tienen "una gran fe y confianza en Dios y que sin eso no nos habríamos casado. El Señor es quien nos ayuda y conduce".
La pareja sobrevive gracias a la ayuda económica de la Iglesia latina de San Francisco de Asís. Diala, que tiene 25 años, trabaja en la secretaría del templo y en un taller de ropa.
Khalil logró abrir otra pastelería junto con un socio, pero el negocio no crece porque la ciudad está sumida en la pobreza tras su la liberación en diciembre de 2016.
2.- Jihad y Joumana
Jihad y Joumana / Cortesía Iglesia Latina de San Francisco de Asís en Alepo (Siria)
Jihad, de 36 años, y Joumana, de 31, también se casaron en Siria en julio de 2016 y tienen una hija de tres meses. Gracias al apoyo económico de la Iglesia latina de San Francisco de Asís en Alepo alquilaron un departamento por un año, pero no tienen electricidad.
Ambos dijeron a ACI Prensa que no saben qué será de ellos en el futuro y que "solamente gracias a la ayuda de la Iglesia podemos sobrevivir. No queremos salir del país y también tenemos que cuidar de nuestros parientes ancianos, pero la vida es muy difícil".
"Trabajamos muy duro todo el día y lo que ganamos alcanza a duras penas para sobrevivir", manifestaron.
3.- Mazen y Ewa
Ewa y Mazen / Cortesía Iglesia Latina de San Francisco de Asís en Alepo (Siria)
Estos jóvenes se conocieron hace seis años y se casaron en agosto de 2017 en Siria. Indicaron a ACI Prensa que "sin la ayuda de la Iglesia no habríamos decidido formar una familia".
Mazen, que tiene 24 años, trabaja en el ejército sirio de 8:00 a.m. a 2:00 p.m. y luego labora en la pequeña fábrica de pantalones de su tío.
Antes de casarse vivía con su familia en el departamento de una tía porque su casa fue destruida durante los bombardeos. Ewa tiene 23 años y aún no consigue trabajo.
La Iglesia latina de San Francisco de Asís en Alepo los ayudó a encontrar un apartamento donde permanecerán un año.
4.- Aymad y Mirna
Aymad y Mirna / Cortesía Iglesia Latina de San Francisco de Asís en Alepo (Siria)
Aymad y Mirna se casaron en 2016 y comentaron a ACI Prensa que "vivimos el día a día". Este matrimonio tiene un hijo llamado Mark, y además Mirna tiene seis meses de embarazo.
Aymad, que tiene 36 años, es dueño de una joyería y trabaja de 8:00 a.m. a 11:00 p.m mientras que Mirna, que tiene 28 años, es profesora. Lo que poco que ganan sirve para pagar la renta, que sube cada vez más, y no saben si permanecerán en el departamento porque la hija del dueño regresará a la ciudad y lo ocupará.
Esta pareja recibe dinero del templo administrado por los franciscanos en Alepo para comprar alimentos. Además, Aymad y su hermana cuidan a sus ancianos padres que no reciben pensión del estado.
5.- Bassam y Miryam
Bassam y Miryam con su hija Tiya / Cortesía Iglesia Latina de San Francisco de Asís en Alepo (Siria)
Bassam y Miryam, que tienen 31 y 29 años respectivamente, se conocieron en 2014 y se casaron en 2015 "en plena guerra sin conocer a nadie que pudiera apoyarnos".
Ambos trabajan, pero lo que ganan les alcanza para vivir tres semanas y desde hace dos años reciben ayuda económica de Iglesia latina de San Francisco de Asís.
Bassam y Miryam han estudiado literatura francesa y tienen una hija de un año. Contaron a ACI Prensa que decidieron quedarse en Alepo, pese a que todos sus parientes huyeron al extranjero, porque "tenemos fe en Dios y en su providencia. Tenemos la esperanza de que la guerra acabe y podamos vivir de nuestro trabajo".
6.- Iván y Valentina
Matrimonio de Valentina e Iván / Foto: Cortesía Amigos de Irak
El P. Luis Montes contó a ACI Prensa que Valentina huyó de Qaraqosh (Irak) con sus padres y sus cuatro hermanas cuando el Estado Islámico invadió la ciudad en agosto de 2014.
La familia se instaló en un campo de refugiados de Bagdad y "el padre se las arregló enseguida para conseguir un trabajo. Puso un mercadito y hacía taxi con su auto".
"Es una familia muy trabajadora", destacó el P. Montes. Valentina, que es la primogénita "era universitaria y le dimos un trabajo de pocas horas una vez a la semana en la Catedral Latina de Bagdad. Ella llenaba fichas y llamaba a los cristianos que íbamos a visitar. Quería seguir teniendo una vida normal y eso lo demostró casándose con otro refugiado cristiano".
Iván y Valentina se casaron en junio de este año y actualmente residen en la ciudad de Erbil, situada en el Kurdistán iraquí.
"Es gente que en medio de las dificultades y después de haber perdido todo, con el trabajo lograron repuntar", manifestó el P. Montes.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 1 de septiembre de 2017