El P. Luis Montes, sacerdote misionero en Irak, lamentó que a pesar de que el Estado Islámico (ISIS) ha sido expulsado en los últimos meses de varias zonas importantes del país, como las aldeas de la Llanura de Nínive y la ciudad de Mosul, todavía "somos un país en guerra".
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Consultado sobre la situación de "una aparente paz" que habría en Irak tras la derrota del ISIS, en una entrevista realizada por la sección colombiana de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el P. Montes dijo que "si uno llama paz a tener 100 o 150 atentados por mes, sí estamos en paz. Pero no lo estamos".
"En Irak lo que ha habido en estos últimos tiempos, como muy buena noticia, es que el Estado Islámico, ese grupo terrorista, ha sido despojado de la gran mayoría de sus territorios que había tomado hace tres años, y eso es una gran noticia", destacó el sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado (IVE).
"Pero no hay que confundirse, somos un país en guerra. Estamos en una situación durísima. Los atentados, como siempre decimos, son unos 20 por día en promedio desde hace ya casi 15 años. Nunca han disminuido, nunca se han terminado y van a seguir", explicó el presbítero, que vive desde hace más de 20 años en Medio Oriente y ha pasado los últimos cinco en Irak.
El P. Montes advirtió que "el terrorismo continúa activo con atentados, continúa activo creando más odio, continúa activo reclutando más gente. Por ejemplo, la vida en Bagdad en estos últimos tres años no ha cambiado nada y no va a cambiar nada ahora, pero además de eso hay otros problemas que se suman".
Con esto el sacerdote se refirió a que "ahora toda la zona del Kurdistán quiere la independencia y el gobierno de Bagdad no se la quiere dar. Hay ciudades en disputa, mientras tanto sigue el terrorismo y la desconfianza en diversas partes. Eso no se puede llamar paz".
Explicó que "ni siquiera es literal que hayan callado los cañones porque todavía el ejército está tratando de recuperar algunas ciudades que había perdido. Es decir que la situación es durísima y no sabemos qué va a pasar".
El presbítero manifestó que para los cristianos iraquíes "ha sido una gran alegría" que el ejército haya recuperado sus aldeas en la Llanura de Nínive, en una ofensiva que comenzó en octubre de 2016, y que algunos ya están regresando a estas.
Dijo que a la ciudad de Qaraqosh han retornado unas dos mil familias. Sin embargo "aun los que vuelven están dudando qué es lo que va a pasar, si va a haber más ataques, si va a haber una nueva guerra".
Señaló que en Siria se vive la misma situación porque el ejército está retomado el control de varias ciudades, como Deir Ezzor y Raqqa, y los diversos grupos terroristas se están retirando, "pero lo que va a pasar de acá a un año no lo sabemos".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 21 de agosto de 2017