Ante la inminente llegada del huracán María a Puerto Rico, el Obispo de Ponce, Mons. Rubén Antonio González, invitó a todos los fieles a prepararse adecuadamente, mantener la calma y mantener un ambiente de confianza en Dios.

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El huracán María, que tocó tierra por primera vez como una tormenta de categoría 5, ha causado en Dominica una "devastación generalizada".

El huracán ha descendido a categoría 4, pero tiene vientos de hasta 265 kilómetros por hora. Podría afectar también las Islas Vírgenes.

Se estima que llegue a Puerto Rico, como un huracán mayor, este miércoles 20 de septiembre.

"En el camino previsto, el ojo de María se moverá hoy sobre el noreste del Mar Caribe y se acercará a las Islas Vírgenes y Puerto Rico esta noche y el miércoles", señala el Centro Nacional de Huracanes.

En una carta enviada a sus fieles, Mons. González invitó a "todo el pueblo de Dios, así como a todos los residentes de la diócesis de Ponce a una adecuada preparación previa y a la calma".

Ante el panorama actual, el Prelado exhortó a "promover en nuestras comunidades la suficiente preparación para afrontar el evento con seguridad. ¡Si nos preparamos bien, no tendremos nada que temer!"

"Exhorto a todos los fieles cristianos a que colaboren activamente con las autoridades civiles en lo necesario para salvaguardar la seguridad personal, la de sus familias y la de toda su comunidad", dijo luego.

El Obispo instó a buscar refugio hasta que pase el peligro y animó a "prestar especial atención a nuestros mayores y enfermos que necesiten movilización. Y sobre todo, a promover un ambiente de paz y confianza en Dios".

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