Liliana Mozo es madre de una bebé gestante que, por padecer osteogénesis imperfecta en estado grave –una afección que produce huesos extremadamente frágiles–, es considerada "inviable". Sin embargo, ella no considera el aborto una opción y pide oraciones por su niña.
Liliana, médica mexicana, pasó por un proceso de conversión para ser hoy una valiente mujer provida. Su testimonio lo ha compartido a través del sitio web de defensa de la vida SalvarEl1.
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Desde el inicio de su matrimonio, hace 10 años, Liliana y su esposo recurrían a anticonceptivos. A pesar de ello, tuvieron tres niños, aunque uno falleció por un embarazo ectópico.
Tras su tercer bebé, recuerda, "tomé la decisión de ponerme un DIU, el dispositivo intrauterino para no embarazarme más pues no miraba mi vida adecuadamente y la apertura a la vida no formaba parte de ella".
Sin embargo, destaca, "gracias a Dios, tuve un reencuentro con Él hace dos años y pude tomar clases de pro vida. Ahí me enseñaron realmente el amor a Dios para nosotros mismos".
"Tomé la decisión de dejarme de cuidar con todas esas porquerías de anticonceptivos porque vi que dañaban mi cuerpo y advertí que mi mentalidad era de muerte pues no aceptaba la vida que pudiera venir", señala.
Liliana y su esposo comenzaron entonces a llevar clases de regulación natural de la fertilidad, "y estuvimos así por un tiempo hasta que decidimos volver a tener otro baby".
"Y es que mi vida se había transformado y me volví provida. Estoy en un ministerio provida donde yo platico y me ha dejado enseñanzas muy grandes", asegura.
La joven madre relata luego que "en enero de este año decidimos procrear nuestra bebé con un gran amor e ilusión de volver a ser padres y quedé embarazada enseguida".
"El embarazo iba muy bien hasta hace 2 meses que a la niña le detectaron osteogénesis imperfecta en estado grave, lo que supone un diagnóstico de inviabilidad", señala.
"Hemos estado con especialistas pero ellos, médicamente, no nos dan esperanzas pues nos dicen que el bebé no va a vivir y que morirá al nacer".
A pesar de todo, dice Liliana, "mi fe está en Dios Padre y por consiguiente lucharemos hasta la muerte natural de mi bebé".
Los médicos, lamenta, "ya me dieron la opción de abortar pero yo me negué a eso y les dije que yo voy a aceptar lo que tenga que pasar".
"Solo estamos en espera de que mi bebé nazca, a principios de octubre, y después de eso Dios sabrá lo que tiene preparado para nosotros".
Liliana pidió oraciones por su bebé, que "se llama Camila".
"Nosotros estamos confiados en aceptar la voluntad de Dios por muy dolorosa que sea. Pero también estoy en gracia al creer en Él y sé que existen los milagros y para Dios no hay imposibles", asegura.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 20 de junio de 2017