Una turba de personas que apoya a los mapuches detenidos por la quema de una iglesia evangélica en el sur de Chile, atacó el pasado 7 de septiembre la Catedral de Temuco dejando daños materiales y con contusiones al sacristán del templo.
El ataque se produjo durante la marcha de un grupo de estudiantes universitarios y familiares que apoyan a cuatro comuneros mapuches encarcelados por el ataque incendiario al templo evangélico de Padre Las Casas ocurrido el 9 de junio de 2016. Afortunadamente, la gente en el interior del lugar salió ilesa.
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Sacristán de la Catedral de Temuco fue agredido en movilización. pic.twitter.com/O8jp5zR3Uc
— Luis Andrés (@luisandresv) 7 de septiembre de 2017
La movilización del 7 de septiembre comenzó en la Plaza Dagoberto Godoy, luego siguió a la cárcel y la Intendencia Regional de la Araucanía. En el camino, los participantes ingresaron violentamente a la Catedral de Temuco, dañaron parte del mobiliario y sacaron a golpes al sacristán, José Parra Aravena.
Luego Carabineros ingresó al templo para desalojar a los manifestantes. Fueron minutos de tensión y mucha violencia que dejó 16 detenidos.
La Fiscalía comprobó la participación de los imputados y dejó en prisión preventiva por desórdenes públicos, daños y lesiones graves, a Daniel Melinao Melinao; con arresto domiciliario nocturno, prohibición de acercarse a la víctima y firma mensual ante Carabineros, a Luis Llanquín Quilempan y Fidel Tranamil. Mientras que Marco Valdés Alvarez, quedó sólo con firma mensual.
El mismo día del ataque, el Obispado de Temuco emitió un comunicado donde rechazó los actos de violencia y condenó el “abusivo e inaceptable maltrato hacia uno de sus trabajadores, que vulnera su dignidad como persona y los derechos que de ella se derivan”.
Al día siguiente, el Obispo de Temuco, Mons. Héctor Vargas, presidió una Misa de reparación en la que reflexionó sobre los desafíos de la situación en Región de la Araucanía. Esta zona vive un conflicto de varios años al que aún las autoridades civiles no han respondido adecuadamente.
En la homilía expresó, frente a un templo repleto, que la situación de la Araucanía responde a los “desafíos más serios y urgentes, como son la deuda histórica con el Pueblo Mapuche, la situación dramática de las víctimas de la violencia rural y los muy preocupantes indicadores que nos ubican como la región más pobre del país”.
“Se ha venido generando una triple postergación del Estado respecto de esta tierra y su gente, siendo temas no fáciles de abordar, ya que generan visiones, sentimientos y posturas distintas e incluso contradictorias”, agregó.
Mons. Vargas, que encabezó la Comisión Asesora Presidencial de la Araucanía, dijo que el anhelo de la Iglesia es “colaborar en la construcción a futuro de una cohesión social tal, que nos permita vivir finalmente en paz, en el pleno respeto a la vida, identidad y dignidad de cada uno, gracias a la debida reconciliación, reparación, justicia y desarrollo integral para todos”.
El diálogo, dijo, es el “camino privilegiado para la superación de situaciones de crisis” y debe tener “en cuenta el bien común, evitando que éste se lleve a cabo desde los solos intereses de las partes directamente involucradas, sin considerar, el impacto que los acuerdos podrán tener en el vasto colectivo social en que se aplicarán”.
Temuco es la segunda ciudad que visitará el Papa Francisco el próximo 17 de enero, luego de sus actividades en la capital. Al día siguiente, el Pontífice se trasladará a Iquique, zona norte del país.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 24 de junio de 2017