Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Kansas, Estados Unidos, reveló que los bebés en el vientre materno serían capaces de distinguir entre diferentes idiomas, como el inglés y el japonés.
El estudio, titulado "Ritmo fetal basado en discriminación de lenguaje: un estudio de biogmanetometría", fue publicado este año en la revista científica NeuroReport.
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Utako Minai, profesora asociada de lingüística de la Universidad de Kansas y líder del equipo de investigadores, aseguró que "los fetos pueden escuchar cosas, incluso el habla, en el vientre. Es amortiguado, como cuando los adultos hablan en la historieta de 'Charlie Brown', pero el ritmo del lenguaje debería estar preservado y disponible para que el feto lo escuche, incluso a pesar de que el habla esté amortiguada".
Para su investigación, los científicos usaron un biomagnetómetro fetal, que es más sensible que un ultrasonido a los cambios en el ritmo cardiaco.
Veinticuatro mujeres, de alrededor de ocho meses de gestación, participaron en el estudio.
Kathleen Gustafson, investigadora asociada del Departamento de Neurología en el centro médico Hoglund Brain Imaging Center, y parte del equipo de científicos que trabajó en el estudio, explicó que el biomagnetómetro "encaja sobre el abdomen materno y detecta los pequeños cambios en los campos magnéticos que rodean a las corrientes eléctricas de los cuerpos materno y fetal".
Esto incluye los latidos del corazón, la respiración y otros movimientos corporales.
"Obviamente, el corazón no escucha, así que si el bebé responde al cambio de lenguaje alterando el ritmo cardiaco, la respuesta sería dirigida por el cerebro", explicó.
"El cerebro fetal se está desarrollando rápidamente y formando redes", explicó Gustafson, y señaló que "el medio ambiente intrauterino es un lugar ruidoso. El feto está expuesto a sonidos intestinales de su madre, a sus latidos del corazón y a su voz, así como a sonidos externos".
"Sin exposición a sonidos –precisó–, la corteza auditiva no tendría suficiente estimulación para desarrollarse propiamente. Este estudio da evidencia de que algo de ese desarrollo está relacional al lenguaje".
En el estudio presentaron al bebé en el vientre audios grabados en japonés y en inglés por una persona bilingüe. Ambos idiomas fueron seleccionados por ser rítmicamente distintos.
El estudio encontró que el ritmo cardiaco del bebé cambiaba cuando escuchaba el idioma no familiar, con ritmo diferente: el japonés. Por el contrario, cuando el bebé escuchaba palabras en inglés, su ritmo cardiaco no mostraba cambio.
"Los resultados salieron bien, con fuerte apoyo estadístico", aseguró Utako Minai.
"Estos resultados sugieren que el desarrollo del lenguaje podría realmente comenzar en el útero. Los fetos están afinando sus oídos al lenguaje que van a adquirir incluso antes de que nazcan, basados en señales del habla disponibles para ellos dentro del útero", dijo.
Minai señaló que "la sensibilidad prenatal a las propiedades rítmicas del lenguaje podría proveerles a los niños uno de los primerísimos bloques de construcción para adquirir un lenguaje".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 13 de julio de 2017