El Obispo de Alcalá, España, Mons. Reig Pla, destacó el reto que tiene la Iglesia de ayudar a las personas a reconocer y acoger su propia identidad en un contexto de "ideologías colonizadoras" que impiden a las personas "madurar en la masculinidad o en la feminidad".
Estas valoraciones las realizó el Obispo de Alcalá en la ponencia que, con el título de "Edificar la Iglesia doméstica. Prácticas familiares para habitar en la Iglesia", pronunció el pasado 28 de junio en Roma.
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En su conferencia, Mons. Reig Pla trató de encontrar una respuesta para la pregunta "¿Es la Iglesia habitable?". Reconoció que "es una pregunta que muchos se hacen ante el rechazo que les causa una institución que se presenta como poco adecuada al estilo actual de vida".
"Para muchos la Iglesia y lo religioso adquiere la imagen del museo, que sirve para admirar la belleza de unos objetos inspirados, pero que ninguno imagina como su propia casa", lamentó.
Explicó que lo realmente difícil no es tanto "una Iglesia habitable, sino la habitabilidad del mundo. La Iglesia puede serlo en la medida en que hace más habitable el mundo y es principio de renovación del mismo".
En este sentido, se remitió a las enseñanzas del Papa San Juan Pablo II, quier afirmó que "sólo el amor hace habitable el mundo y la Iglesia. Se trata del amor que no descansa sólo en el sentimiento sino que, con la gracia regeneradora de Cristo, faculta para la propia donación de la persona y es capaz de construir una historia de vida buena".
El Obispo de Alcalá defendió la necesidad de apoyarse en la familia, la comunidad cristiana y la escuela, ya que, "como minorías creativas, son capaces de generar, con la ayuda de la gracia, una cultura que sitúe a la persona donde le corresponde: en el centro del corazón de Dios, en el costado abierto de Cristo, que en la 'locura' de la cruz descifra el enigma del sentido de la vida de cada varón y de cada mujer, más allá de las experiencias de sufrimiento.".
Entre esos sufrimientos, uno de los que más padecen las personas es el de la dificultad para reconocer y acoger la propia identidad "en el contexto de las 'ideologías colonizadoras'".
En ese contexto "nos encontramos con el nuevo reto de proponer la fe sobre la creación y la redención de la 'carne': ayudar a madurar en la masculinidad y en la feminidad como lógica ineludible del don".
Para afrontar ese reto con éxito, destacó la importancia de estrechar la relación de forma individualizada entre cada miembro de la familia.
"Es necesario explicitar la necesidad de implementar prácticas que fomenten la relación individualizada y estrecha entre el padre y el hijo o la hija, y también entre la madre y la hija o el hijo. La figura de los hermanos mayores, de los abuelos, de los padrinos, de los tíos, de los maestros, etc. son también vitales para la maduración de nuestros niños, adolescentes y jóvenes, incluso adultos".
Además, señaló "la tendencia cultural a una 'adolescencia interminable'" como una dificultad añadida para aceptar la identidad de las personas. Por el contrario, insistió en "la unidad de la persona cuerpo-espíritu" como fundamento antropológico.
"Al mismo tiempo somos persona-varón o persona-mujer. No hay más identidades, pero como todo lo humano nuestra identidad-vocación está llamada a madurar y crecer con la ayuda de la figura paterna y materna".
Otro reto que presenta la cultura dominante actual a la pastoral familiar es la de "que el esposo y la esposa aprendan a donarse integralmente con la belleza del lenguaje del cuerpo".
El Prelado lamentó que "el instrumento que con frecuencia sirve de modelo pedagógico para muchos jóvenes y adultos es la pornografía. No es este el momento de desarrollar el tema, pero las consecuencias de ello están siendo devastadoras".
"No se trata de ofrecer 'técnicas' o 'recetas' sino criterios precisos que sirvan a los esposos de guía en todo lo que se refiere al lenguaje del cuerpo y el contexto requerido: criterios que les permitan discernir cómo llevar a cabo, en cada circunstancia, las expresiones de afecto, cómo cuidar la belleza del propio hogar y del tálamo-altar nupcial y las exigencias de caridad, justicia, verdad, bien y belleza del abrazo conyugal".
Finalmente, en su ponencia, el Obispo de Alcalá también subrayó la importancia de la oración en familia o del perdón.
Puede leer la conferencia completa AQUÍ.
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#España: No hay sociedad fuerte sin familias sólidas, dice Mons. Reig Pla http://t.co/4O4sbBJnHV pic.twitter.com/y4ljoz7fk4
- ACI Prensa (@aciprensa) 10 de noviembre de 2014