Nicoletta Falzoni era la exitosa ejecutiva de una multinacional, sin embargo, en una peregrinación mariana descubrió que el Señor la llamaba para pedirle que le confiara su vida a través de la vocación religiosa en un monasterio de clausura.
"De frente a la llamada de Dios se percibe un temor", afirmó. "¿Cómo podemos con todos nuestros límites, nuestras debilidades, nuestras infidelidades, estar a la altura de la vocación y 'jugarnos todo'?", preguntó Nicoletta, que desde el 6 de mayo tomó el nombre de Sor María Fides.
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En declaraciones al semanario L'Azione, de la Diócesis de Vittorio Veneto (Italia), la hoy religiosa afirma que su llamado puede definirse como una "vocación relámpago".
Exitosa gerente de marca de la multinacional del tabaco Camel, Nicoletta estaba acostumbrada al agitado mundo de los negocios. Sin embargo, en agosto de 2011 hizo una peregrinación a Medjugorje y hasta la fecha en que pidió ingresar a la abadía benedictina Mater Ecclesiae -en la isla italiana de San Julio- transcurrió un año "lleno por el deseo siempre más creciente de rezar, en comunión con María y Jesús".
Originaria de Vazzola, Nicoletta hizo los votos perpetuos el 6 de mayo después de cinco años de noviciado. La ceremonia la celebró la abadesa Sor María Canopi, de 86 años, 44 de los cuales es religiosa de clausura.
En sus declaraciones a L'Azione, Sor María Fides afirmó que "en estos años comprendí también que el Señor no llama a hacer o no hacer, sino a 'dejarse hacer', y adherir todo a su voluntad, como lo entendía Santa Teresa de Calculta cuando se definía como un simple lápiz en las manos del artista Divino. Es Él quien hace, a través de nosotros".
"He reconocido –añadió–, que a través de esta llamada el Señor me ha ofrecido el tesoro escondido por el cual vale la pena dejar el resto, la perla preciosa delante la cual cualquier otro bien pierde valor".
En ese sentido, Nicoletta, con su experiencia que tuvo como mujer de negocios, señaló que "estamos acostumbrados a planificar, a organizar y queremos tener todo bajo control, al contrario el Señor nos pide cederle la guía de toda nuestra vida sin posibilidad de tener algún salvavidas ni paracaídas".
"El mundo nos ofrece tanto: carrera, éxito, riqueza, realización, autoafirmación, y todo esto es seguramente atractivo". Sin embargo, "la llamada de Dios va en la dirección opuesta" y "nos invita y asegura: '¡no teman!' y su fidelidad dura para siempre".
Durante la entrevista, Sor María Fides también señaló que la sociedad de hoy "tiene tanta necesidad de vida interior y de silencio".
En ese sentido, recordó la importancia de "recuperar la oración y recitación del Rosario, sobre todo en familia". "Nada une más que rezar juntos, y esto puede ser también una ayuda para contrarrestar la incomunicación debida al uso cada vez más frecuente de los teléfonos, que siempre se tienen en la mano, incluso en la mesa", añadió.
La religiosa de clausura dijo que la actual sociedad tecnológica "puede transmitir en tiempo real noticias que se difunden de un extremo al otro de la Tierra, pero deja siempre más espacio a una realidad dramática: cuanto más las distancias a nivel mundial se acortan y los tiempos se abrevian, tanto más se cava un abismo de soledades insondables".
"Si es fácil tener conocimiento de lo que sucede en el polo opuesto del mundo, se vuelve paradójicamente más difícil establecer un verdadero diálogo con el vecino de la casa y entre los miembros de una misma familia".
"Esta es la cercanía y la ayuda que con nuestra elección podemos transmitir, según cuanto afirman estas palabras de Jan Leclercq: 'los monjes tienen este privilegio de continuar mirando el cielo. Ellos saben que no verán al Señor: vivirán en la fe y sin embargo permanecerán ahí. Su cruz será amar sin ver, y sin embargo contemplar siempre, de fijar la mirada exclusivamente en Dios, invisible y presente".
"Su testimonio frente al mundo –escribió Leclercq–, será mostrar, con su misma existencia, la dirección hacia donde se necesita mirar. Su trabajo será apurar con la oración y el deseo, el cumplimiento del Reino de Dios".
Finalmente, Sor María Fides expresó su voto "es no temer decir 'sí' a Jesús, y tomo prestadas las bellísimas palabras de San Juan Pablo II: '¡No teman, abran, abran las puertas de par en par a Cristo!'".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 8 de enero de 2016