Por Giselle Vargas
El infanticidio y que las menores de 14 años puedan abortar sin consentimiento de los padres son algunos de los graves aspectos que los parlamentarios que discuten el proyecto de ley de aborto en Chile intentan legalizar.
El proyecto de ley del aborto fue ingresado al Congreso el 31 de enero de 2015 por la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Este contempla causales de aborto por riesgo de vida de la madre, "inviabilidad" fetal y violación.
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En su segundo trámite legislativo, la Comisión de Salud del Senado se encuentra discutiendo alrededor de 100 artículos que componen el proyecto.
Una vez votado pasará a la Comisión de Constitución, más tarde a la Comisión de Hacienda y debe volver a la Cámara de Diputados, donde se originó el proyecto, para su revisión.
La discusión se ha caracterizado por el apoyo de los parlamentarios de partidos de gobierno (Nueva Mayoría) y de algunos democratacristianos. Asimismo, no ha estado exenta de la presión del Ejecutivo para acelerar la tramitación.
En ese escenario, las organizaciones: Familia por la Vida, Médicos por la Vida, Testimonios por las Vida, Amigos del Maule por la Vida y Mujeres de Blanco explicaron algunos de los artículos más controversiales del proyecto a través de una publicación en un diario de circulación nacional.
Uno de los artículos plantea que las menores de 14 años podrán abortar con o sin el consentimiento de los padres. "¿Es coherente que puedan someterse a una intervención riesgosa y de alto impacto emocional, sin nuestro consentimiento?", cuestionan las organizaciones.
También, alertan que "dos de las tres causales no tienen límite de edad gestacional" lo que conllevará a abortar "hasta el último minuto del embarazo y cuando el feto ya puede sentir dolor".
En los casos donde "el aborto fracasa y el feto nace vivo no está garantizada "su asistencia y reanimación" ya que la indicación que lo proponía fue rechazado. "Solo se les asegura cuidados paliativos (tratamiento de confort pero no la asistencia necesaria para sobrevivir). ¿Aborto o Infanticidio?", cuestionan.
Por otra parte, las organizaciones alertan que la causal de violación "no exige denuncia". Bastará con que la persona, diga "que ha sido violada para poder acceder al aborto. Está sola causal, así de laxa, ya convierte al proyecto en aborto libre" y deja impune al agresor.
Otros aspectos cuestionados son: que la libertad de conciencia está contemplada solo para los médicos y que el modelo de "acompañamiento digno e integral" planteado en el proyecto "no está orientado a atender a la madre dignamente ni a apoyarla para que tenga la posibilidad de llevar a término su embarazo vulnerable" ya que "no cuenta con financiamiento suficiente".
"Un acompañamiento es eficaz cuando es integral, personalizado y considera las necesidades de las mujeres. Exigimos requerimientos mínimos para tomar una decisión libre e informada en momentos donde el miedo y la angustia deben acogerse para que ella comprenda que dar vida a su hijo es una opción clara y posible", manifiestan las organizaciones.
La publicación aclaró que "Chile tiene la segunda tasa de mortalidad materna más baja de América, menor incluso que países con 40 años de aborto legal".
También, que "no hay mujeres presas por haber abortado", tampoco "médicos presos por haber tratado a la madre, aunque con ello se haya producido la muerte del hijo" y que la "mayoría de las mujeres que hoy abortan, no lo hacen por ninguna de las tres causales".
Por último, las organizaciones provida exigieron "leyes que provean apoyo y acompañamiento a mujeres con embarazos vulnerables, proyectos que establezcan mejores coberturas de salud para niños con enfermedades graves, propuestas que habiliten licencias para padres de niños con enfermedades severas, legislaciones que faciliten la compatibilidad maternidad y trabajo", entre otros.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 18 de abril de 2017
Periodista, licenciada en Comunicación Social, Universidad del Desarrollo. Se ha especializado en comunicación eclesial. Se ha desempeñado como periodista en vicarías y proyectos del Arzobispado de Santiago y la Conferencia Episcopal de Chile. Respondiendo al llamado del Señor… en todo ‘Soli Deo Gloria’.