Son millones los peregrinos que cada año se dirigen al Santuario de la Virgen de Fátima, y este 2017 llegarán aún más a tierras portuguesas al celebrarse el centenario de las apariciones de la Madre de Dios que tendrá como fiesta central la canonización que presidirá el Papa Francisco de los videntes Francisco y Jacinta Marto.

Marco Mancini, vaticanista de ACI Stampa –agencia en italiano del Grupo ACI– conversó con algunas personas en el Santuario de Fátima para conocer las razones que los llevan hasta este importante lugar para los católicos de todo el mundo.

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"Yo estoy aquí por un sentido de fe, porque el corazón te lleva donde Dios manda. Ha sido una exigencia para mí. Me siento adherido a la Virgen. Si no crees, no tiene sentido venir aquí. Debes venir aquí con fe y rezar".

Este peregrino dijo que llegó a Fátima para "dar gracias porque tuvo un problema familiar: nunca me sentí abatido porque tengo la fe y ha crecido. También me pasó algo particular en el 2008. Me volqué con un tractor y salí ileso. Ese día fue 13 de mayo".

Desde entonces, prosigue, "siempre he tenido a la Virgen de Fátima en el corazón y he tenido la necesidad de venir aquí donde encuentro paz y serenidad. Estoy ligado a este lugar, aquí hace falta creer".

Otra peregrina dijo a Mancini que es una experiencia "indescriptible para mí que estoy en Fátima por primera vez. Estoy aquí por la fe. Mis miedos cayeron al llegar aquí y cuando arribaba mi corazón latía fuerte como si me fuera a casar. Me regalaron el viaje por mis 60 años. Ha sido un bello regalo, veo a mucha gente y estoy contenta porque veo que aún hay fe en el mundo".

Una señora del grupo de la Obra Romana de Peregrinaciones contó a Mancini que "venir a Fátima es algo que sentía adentro desde hace tiempo. Experimento lo que sintieron los pastorcitos".

"Estoy aquí por primera vez y esta es una verdadera experiencia de fe: se respira el amor de Dios que nos une a todos, a pesar de las diferencias. Haría falta venir con frecuencia, sobre todo los jóvenes: rezo para que mis hijas puedan entender el sentido de esta peregrinación".

Esta peregrina contó que su esposo se convirtió gracias "a la Virgen de Fátima. Éramos creyentes pero no practicantes y, poco a poco, nos hemos convertido. Ahora vivimos la fe. Estar aquí es la coronación de un deseo común".

De otro lado, una peregrina de origen sudamericano y que vive ahora en Italia comparte que "esperé mucho tiempo antes de venir aquí. Estoy aquí por mi hijo, porque él no quiere rezar. Espero que gracias a la Virgen también él pueda comenzar a orar".

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI Stampa.

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