La Corte Suprema de Estados Unidos se negó a escuchar el caso de apelación de un grupo de mujeres y niños centroamericanos, que alegaron una solicitud de asilo tras ser detenidos cruzando la frontera sur del país.
Las familias fueron arrestadas en el estado de Texas, tras cruzar ilegalmente la frontera de Estados Unidos con México. Solicitaron asilo, pero los jueces migratorios recientemente sentenciaron que carecían de un "temor creíble" de persecución.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Las autoridades dispusieron que se realicen procedimientos acelerados de expulsión, y los detuvieron temporalmente en un centro residencial en el estado de Pennsylvania, de acuerdo a Reuters.
Los procesos acelerados de expulsión se aplican a extranjeros sin documentos válidos para entrar a Estados Unidos.
La denuncia interpuesta por las familias centroamericanas alegaba la violación de su derecho al debido proceso bajo la Constitución de Estados Unidos. La Corte Suprema, sin embargo, dejó en pie el fallo del Tercer Circuito de Apelaciones de Estados Unidos en Filadelfia.
Las familias están compuestas de 28 mujeres y 33 niños, de edades entre los 2 y 17 años. Ellos provienen de El Salvador, Honduras y Guatemala.
La demandante principal en el caso, Rosa Castro, huyó de El Salvador para escapar de las violaciones, golpes y abuso emocional a mano del hijo de su padre.
Otra demandante, Lesly Cruz, dejó Honduras para proteger a su hija del abuso sexual de pandilleros, de acuerdo a los documentos legales.
Otras familias argumentaron que huyeron hacia Estados Unidos para escapar de la violencia, amenazas y situaciones donde las autoridades policiales eran incapaces o reacias a ayudarlos.
Doce mujeres y sus hijos permanecen detenidos en Pennsylvania, mientras que los otros han sido liberados bajo supervisión.
Decenas de miles de refugiados y migrantes centroamericanos entran a Estados Unidos cada año. En 2014 se produjo una oleada de cerca de 70.000 menores sin acompañamiento de adultos.
La detención de migrantes ilegales, aunque constante en Estados Unidos, ha tomado mayor auge durante el gobierno de Donald Trump, que planea aumentar el número de procesos acelerados de expulsión.
En mayo de 2016, el entonces Presidente del Comité de Inmigración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Mons. Eusebio Elizondo, criticó las redadas de inmigrantes.
"Enviar a mujeres y niños de regreso a Centroamérica no servirá como un disuasivo eficaz para la migración, porque esta es una crisis humanitaria e individuos de la región están siendo forzados a huir por sus vidas", dijo.
En un comunicado conjunto en febrero de este año, los obispos de Estados Unidos y México reiteraron su compromiso de "atender y cuidar a los peregrinos, forasteros, exiliados y migrantes de todo tipo", pues "todo pueblo tiene el derecho a condiciones dignas para la vida humana, y si éstas no se dan, tiene derecho a emigrar".
Traducido y adaptado por David Ramos. Publicado originalmente en CNA.
También te puede interesar:
Virgen de Guadalupe en frontera México y Estados Unidos será "puente" espiritual https://t.co/He4a9ctiib
- ACI Prensa (@aciprensa) 12 de abril de 2017