Cristianos y musulmanes realizaron una marcha conjunta de 140 kilómetros en el norte de Irak para pedir la paz. El sábado antes del Domingo de Ramos, los fieles, junto al Patriarca Caldeo Rafael Sako, comenzaron a recorrer a pie el camino que lleva de Erbil a Alqosh.
Del Kurdistán hacia la llanura de Nínive, cerca de la zona de Mosul, donde todavía se producen fuertes combates entre el Estados Islámico y la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
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La llanura de Nínive es en la actualidad una de las zonas en la que los yihadistas han sido expulsados totalmente. A pesar de ello, los cristianos todavía se resisten a volver por miedo y porque sus casas y pertenencias desaparecieron por la acción de los terroristas.
Con esta peregrinación comenzó la llamada "Semana de la paz", como la ha querido denominar el propio Patriarca Sako. Y es que la Iglesia caldea ha proclamado 2017 como el "año de la paz", un deseo que ha sido de nuevo propuesto con fuerza durante la Semana Santa.
"Se debe alcanzar la paz. Nosotros, jefes religiosos, y los políticos, estamos llamados a tomar decisiones responsables", dijo el Patriarca.
En la marcha participaron aproximadamente un centenar de fieles, y el recorrido entre Erbil y la llanura de Nínive duró toda la Semana Santa.
Ha sido una marcha abierta a todos, una gran ocasión para mostrar la unidad de las comunidades cristianas de Irak. Pero también para poner de nuevo la atención en el lugar donde nació el cristianismo.
También fue organizado un Via Crucis entre la ciudad de Tesqopa y Bagovh, una procesión de cerca de dos horas. La primera es una ciudad "fantasma" desde 2011, cuando los ataques del autodenominado Estado Islámico obligaron a huir a todos los cristianos.
Con proyectos como este, la Iglesia caldea ha buscado dar un acento especial a la Reconciliación en la Semana Santa. El pasado 3 de abril, una delegación guiada por el Patriarca Sako visitó los campos de refugiados de Hamman al Halil y Assan Cham, que se encuentran lejos de Mosul, llevando ayuda humanitaria para 4 mil musulmanes.
Las diversas Iglesias cristianas de Irak están trabajando para constituir un comité para la reconstrucción de Nínive. Cuatrocientas familias han regresado ya a Teleskof y Bakofah, pero todavía existen muchas casas dañadas, aunque 1.200 han sido totalmente reconstruidas.
El pasado mes de enero, el vocero del ministerio de relaciones religiosas de la región autónoma del Kurdistán, Mariwan Naqshbandi, indicó que durante los dos años en que el Estado Islámico (ISIS) dominó la llanura del Nínive y Mosul, fueron destruidos al menos 100 lugares de culto. La mayoría de estos eran templos cristianos.
Publicado originalmente en ACI Stampa, adaptado y traducido por Álvaro de Juana
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- ACI Prensa (@aciprensa) 3 de abril de 2017