Recuerden lo que significa la cruz de Jesús y no abusen de la Biblia para justificar la pena de muerte, exhortaron los obispos de Filipinas en un comunicado que fue leído en todas las Misas del país el domingo 19 de marzo.
"A las personas que usan la Biblia para defender la pena de muerte, ¿necesitamos señalarles cuántos otros crímenes contra la humanidad han sido justificados usando la misma Biblia?", preguntaron los prelados en la declaración firmada por el Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Mons. Sócrates Villegas.
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"Humildemente les pedimos que interpreten correctamente las Escrituras, que las lean como una revelación progresiva de la voluntad de Dios hacia la humanidad, con su cumplimiento final en Jesucristo, la Palabra definitiva de Dios para el mundo", agregaron.
Además, los obispos explicaron que Jesús no vino a abolir la ley sino a cumplirla, porque "Jesús nunca fue partidario de ninguna forma de 'asesinato legal'".
"Defendió a la mujer adúltera contra aquellos que exigían su sangre y desafió a los que estaban sin pecado entre ellos a ser los primeros en arrojar una piedra sobre ella".
La pena de muerte fue abolida en Filipinas en el 2006. Sin embargo, el actual Presidente Rodrigo Duterte, que en la actualidad lidera una brutal represión contra el narcottráfico, aboga por su restauración.
En su carta, los obispos detallaron la reciente aprobación de la Cámara de Representantes de un proyecto de ley que restauraría la pena de muerte.
"Fue el Miércoles de Ceniza cuando los miembros de la Cámara de Diputados, en la segunda lectura del proyecto de ley de pena de muerte, votaron a favor. Irónicamente, fueron capturados en la televisión gritando a favor de la muerte con sus frentes marcadas con cruces hechas de cenizas", detallaron.
"¿Olvidaron lo que significaba esa cruz?", lamentaron los prelados.
Asimismo, indicaron que el dicho de la Biblia "ojo por ojo, diente por diente" fue desafiado por Jesús, que abogaba por la no represalia del mal por el mal, sino por la justicia fundada en la misericordia.
"Incluso con las mejores intenciones, la pena de muerte nunca ha demostrado ser eficaz como elemento disuasivo del crimen. Obviamente, es más fácil eliminar a los criminales que deshacerse de las causas fundamentales de la criminalidad en la sociedad. La pena de muerte y un sistema jurídico defectuoso son siempre una mezcla letal", indicaron los prelados.
La declaración también se refirió a las víctimas, pues temen que la pena de muerte se aplicará más a los pobres, "que no pueden permitirse las defensas legales adecuadas".
Los obispos aseguraron que los culpables deben arrepentirse y reparar sus pecados, y por otro lado, ofrecieron amor, compasión y esperanza a los afectados.
"Como una ley, la pena de muerte contradice directamente el principio de inalienabilidad del derecho humano básico a la vida, que está consagrado en la mayoría de las constituciones de los países que firmaron la Declaración Universal de Derechos Humanos", manifestaron.
Finalmente, los obispos de Filipinas pidieron oraciones por los legisladores del país y ofrecerán Misas por su salvación, "para tocar sus conciencias y llevarlos a abolir la pena capital de una vez por todas".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 3 de marzo de 2017