Rosa Pich, barcelonesa de 51 años, y José María Postigo, segoviano de Cantimpalos, venían de dos familias supernumerosas, 16 y 14 hermanos respectivamente; se casaron con ilusión de formar otra; vieron morir a los tres primeros y a pesar de eso han tenido quince hijos más, entre los 22 y los 6 años.
En 2015, la European Large Families Confederation les otorgó el Premio Familia Numerosa Europea del Año.
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No les sobra el dinero, pero los Postigo Pich decidieron donar el importe íntegro, 5.000 euros, a proyectos sociales en favor de las familias numerosas europeas.
Son una familia de 18 hijos como no se ven en España desde mediados del siglo XX, cuando esas familias recibían premios de natalidad y eran valoradas como un tesoro por la singular aportación que hacían a la sociedad.
A pesar de que les han tocado tiempos duros para tener una familia numerosa (el Estado sencillamente les da la espalda), y a pesar de los problemas de salud de varios de sus hijos, Rosa y Chema no se echaron atrás y decidieron tener los hijos convencidos de que la familia es el regalo más grande que les ha hecho la vida.
Su primera hija, Carmen, murió en 2012, con 22 años. Cuando nació, los médicos le daban 3 años de vida. Rosa lo contaba así al digital TeInteresa: "A las pocas horas de nacer tuvieron que llevársela de nuestro lado porque había nacido con una cardiopatía muy severa y debían trasladarla a un hospital con más medios técnicos. Esos primeros días los médicos nos avisaron de que no viviría más de tres años, pero gracias a Dios, con operaciones y marcapasos vivió hasta los 22".
Ya graduada y con un master, el 1 de junio del 2012 Carmen acudió a una operación rutinaria de cambio de marcapasos. Su madre le dio un beso, la dejó en el quirófano, se fue a una reunión… y a media mañana Chema le llamaba para explicar que las venas de la joven estaban fallando. Murió 3 días después.
Ahora, la familia Postigo-Pich, ha perdido a su puntal, José María, Chema, el padre. Un hombre valiente y sereno, fuerte y entrañable, según cuentan sus amigos y parientes. Un auténtico héroe, de esos que no salen en las enciclopedias ni en las televisiones, pero que ha tenido más coraje y más grandeza que aquellos. Un cáncer de hígado se lo ha llevado en poco más de un mes, con 56 años.
Su mujer, Rosa, dio la noticia en Instagram, con estas palabras: "Dios es nuestro padre, es muy bueno aunque a veces no entendemos, hace una hora Chema se nos ha ido al Cielo para siempre"
La entrevista que Joana Ortiz hizo a Rosa Pich en Actuall refleja la vida de esta mujer singular, el amor a su esposo y el optimismo de una familia que ha demostrado no tener miedo ni a la muerte ni a la vida.
Extractamos algunas de las frases de aquella entrevista:
– Perdimos tres de nuestros 18 hijos, entre ellos la mayor, a los 22 años.- Nuestra primera hija, Carmina, nació con una cardiopatía severa y aunque los médicos le dieron solo tres de vida, murió en 2012, a los 22 años, tras haberse graduado y acabado un máster. Los otros dos siguientes, Javi y Montse, fallecieron del mismo problema, uno en su primer año y medio de vida y la niña a los 10 días de nacer.
– El primer ministro no puede decidir si debo tener más o menos hijos.- Los médicos nos desaconsejaron tener más hijos pero ni el primer ministro, ni su madre, fueron capaces de convencerme de que no tuviera la familia que ahora tengo. Nadie se puede meter en mi cama a decidir si debo tener más hijos o no.
– Sabía que venían con problemas de corazón y aún así decidí tenerlos.- Yo sabía que mis hijos venían con problemas de corazón y aún así, decidí tenerlos. No me entra en la cabeza que me dijeran que la ley me amparaba y que lo mejor era que no los tuviera, ¿como voy a matar a mi hijo? Yo doy un sí rotundo a la vida.
– Aunque mueran (…) la vida no acaba aquí.- Si nacen y los tengo que enterrar, habrán tenido la oportunidad de salvarse y siempre será mi hijo, la vida no acaba aquí, continúa con él.
– Rosita: cuando acabe la crisis, vuelve a comprar colacao .- Mi hija Rosita, de 17 años, me dijo un día: 'Mamá, allá por el 2017 cuando acabe la crisis, vuelve a comprar colacao que la leche sola no me gusta".
– Para tener familia no hace falta ser rico, sólo tener voluntad.- En casa hacemos la compra una vez al mes, para no picar en cosas que no podemos permitirnos, pero hacemos excepciones en cumpleaños y festivos. Hacemos una compra muy básica, un capricho es comprar donuts, que no tenemos nunca en casa para celebrar algo. Compramos para pasar el mes, y cuando se acaban las cosas se han acabado, no hay más.
– Mi objetivo este año consiste en no chillar a papá.- El lema de este año es la amabilidad. Por ejemplo el pequeño, Rafa de 6 añitos, es el encargado de dar besitos a mamá, otro llora exactamente tres veces al día y su mejora es llorar solo una. Mi mejora consiste en no chillar a papá.
– El secreto: querer al marido.- La gente me pregunta cuál es mi secreto, no entienden cómo teniendo el día sólo 24 horas me puedo ocupar de la ONG, de mi trabajo, de vigilar a los niños y escribir el libro. Pero lo más importante de todo es quererse a sí mismo, y a tu pareja.
– Me rebelé contra Dios.- Me rebelé contra Dios, yo tenía 25 años cuando enterré a dos de mis hijos y pensé "Señor no puedo más". Decía que quería una familia numerosa y me estaba quitando a todos mis hijos, no entiendes nada. Espero que cuando llegue al Cielo lo entienda. (…) Somos una familia con fe, y gracias a Dios, porque con todo lo que hemos pasado, no habríamos podido superarlo de otra manera.
Publicado originalmente en Actuall.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 21 de enero de 2015