Los Obispos del Paraguay enviaron una carta pastoral con motivo del Trienio de la Juventud, en la que exhortan a que los jóvenes sean la prioridad del trabajo pastoral con acciones específicas, y alertaron sobre las realidades sociales de más preocupación como el trabajo, la violencia, la drogadicción y la educación.
La carta enviada al término de la 214ª Asamblea Plenaria Ordinaria, el 3 de marzo, destacó que el lema del Trienio de la Juventud (2017 - 2019) es "Abrazarse a Cristo", una expresión donde hablan de la "amistad que propone Jesús" fundada "en la confianza, la transparencia, la intimidad, el diálogo, en la pertenencia mutua".
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Líneas de orientación y acción
"Aceptamos el desafío de optar por los jóvenes y pastorear el rebaño joven del Señor. Esto significa para nosotros Pastores, tomar medidas concretas y dedicarnos a los jóvenes del país con el celo pastoral que nos debe caracterizar. Este es el momento", explicó el texto.
En primer lugar, se comprometieron a "vivir la amistad con Cristo y nutriéndose de ella (…) pasar de una proclamación a una opción más clara y decidida por los jóvenes" a través de la creación, organización y acompañamiento de la pastoral de juventud en las parroquias y comunidades eclesiales basada en "las inquietudes e intereses de los jóvenes".
A través de la comisión de catequesis "nos comprometemos a elaborar un Itinerario de Educación en la fe que recupere la centralidad de la Iniciación a la vida cristiana".
En cuanto a los espacios educativos católicos, los obispos explicaron que "deben responder al desafío de un trabajo en red, con planes y propuestas más específicas a los desafíos sociales, políticos y económicos de los jóvenes de nuestro país".
Problemáticas de la juventud
"La vida de los jóvenes es un don de Dios, cada vida es una bendición. Cada joven vida es una oportunidad y una promesa que se abre paso en nuestra realidad, para que aporte con su originalidad y con su belleza en la edificación de nuestro mundo, de nuestro país, de nuestra Iglesia", manifestaron los obispos.
En cuanto a las "instancias y situaciones que afectan más fuertemente a los jóvenes", los obispos dijeron que la familia "es el espacio privilegiado para aprender a amar: ser amados para poder amar; ser acogidos para poder acoger; ser contenidos para poder contener".
Pero, los desafíos "que afronta la familia en el mundo de hoy no son pequeños: '…tendencias culturales que parecen imponer una actividad sin límites, una afectividad narcisista, inestable y cambiante que no ayuda siempre a los sujetos a alcanzar una mayor madurez'", citaron los Obispos a través de Amoris Laetitia.
En cuanto a la educación, los obispos explicaron que se necesita "una atención integral que incluya la infraestructura, la formación y la valoración social del docente, la excelencia de la gestión y una coherencia curricular" en la educación inicial, media y universitaria.
Estos desafíos son "tarea de todos: de la familia, del Estado, de la Iglesia" y agregaron que la "educación formal, además de enseñar a leer y escribir, debe educar a la ciudadanía activa, el espíritu crítico frente a los antivalores de nuestra sociedad: la corrupción, la exclusión social, la desigualdad".
Los obispos también alertaron que la falta de un trabajo que permita vivir honestamente es también una amenaza para los jóvenes.
De otro lado, el "hostigamiento (bullying) entre jóvenes y niños, es un fenómeno que lamentamos y reprobamos, como cualquier otra forma de abuso de poder, abuso físico o sexual, que deja secuelas gravísimas".
Además expresaron su preocupación por la violencia intra-familiar y criminal; así como el consumo de drogas y la intensificación del narcotráfico.
"Aquí enfrentamos una gran escasez de recursos y de compromisos de parte de todos los actores sociales. Debemos dar respuesta urgentemente a este desafío educativo y evangelizador", agregaron.
En cuanto a la "degradación de la vida afectiva y sexual" los obispos explicaron que a los jóvenes "les debemos una educación afectiva y sexual realista".
Los desafíos señalados, exhortaron los obispos, "exigen a los ciudadanos, organizados e individualmente considerados, implicarse más activamente en la vida cívica para aportar en la solución de los grandes desafíos que afrontamos. El nuevo Paraguay que anhelamos, sólo será posible con la participación de todos, especialmente de los jóvenes".
Lea la Carta Pastoral AQUI
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- ACI Prensa (@aciprensa) 1 de marzo de 2017