"La protección de las niñas, niños y adolescentes son una prioridad absoluta para la Iglesia Católica en Colombia", aseguró el 23 de febrero el Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, Cardenal Rubén Salazar.

En una carta remitida a la Directora Nacional del Instituto de Bienestar Familiar (ICBF), Cristina Plazas Michelsen, el Cardenal Salazar, citando al Papa Francisco, señaló que la Iglesia "llora con amargura el pecado de sus hijos y pide perdón".

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El Arzobispo de Bogotá elogió también el trabajo realizado por Plazas Michelsen para "velar por todos los menores de nuestra nación".

El Cardenal indicó también que la Iglesia busca "asumir clara y lealmente la consigna 'cero tolerancia' ante cualquier caso que sea denunciado ante nuestros delegados de protección de menores y a tomar todas las medidas para que los responsables sean castigados tanto canónica como civilmente".

"Si se comprueba el abuso, un sacerdote jamás podrá volver a ejercer su ministerio", dijo.

El Primado de Colombia subrayó además que la Iglesia está comprometida "en renovar todo empeño para que estas atrocidades no vuelvan a suceder entre nosotros".

En la Arquidiócesis de Bogotá, como en otras circunscripciones eclesiásticas de Colombia, los Obispos han establecido oficinas de protección de menores.

Estas oficinas desarrollan programas de prevención y proyectos para seminarios, sacerdotes, consagrados, catequistas y docentes de instituciones religiosas.

"Todos los que realizan un trabajo con menores de edad reciben la debida capacitación y se comprometen, por medio de un manual de conducta, a que nuestra labor evangelizadora sea desarrollada con los debidos límites profesionales en las relaciones interpersonales y el atento cuidado a la dignidad de nuestros menores", dijo el Cardenal.

El Arzobispo de Bogotá aseguró además que la Iglesia dedica "una atención especial" a las víctimas de abuso sexual y a sus familias.

Recordando las palabras que les dirigió el Papa Francisco a los obispos de todo el mundo, el Cardenal Salazar señaló que los abusos sexuales "nos avergüenzan, sí, porque fueron realizados por personas que tenían a su cargo el cuidado de estos pequeños y han destrozado su dignidad".

"Por eso, reconocemos que somos responsables ante sus padres de brindar todas las condiciones posibles para que nuestras instituciones sean un 'hogar seguro para sus hijos y nietos'".

"Como Pastor de la Iglesia -indicó- he podido acompañar a víctimas de este flagelo, he escuchado a sus familiares, a los que también les afecta profundamente la situación de sus hijos, y por ende también son víctimas, y además he podido visitar las comunidades parroquiales las cuales son víctimas secundarias de estas dolorosas y penosas situaciones".

El Arzobispo de Bogotá reiteró el compromiso de la Iglesia "en los procesos de selección en nuestros seminarios, en los protocolos de protección, en los debidos procesos canónicos y jurídicos de los abusadores de menores".

Quienes cometen abusos, señaló, "deben responsabilizarse de sus acciones ante la justicia, y en el compromiso, junto con toda la sociedad colombiana, para que sea erradicado este flagelo".

Finalmente, el Cardenal Salazar expresó a la Directora Nacional del ICBF que "puede seguir contando con un ingente número de sacerdotes, religiosos, religiosas, catequistas y docentes que en tantas partes de nuestra nación están sirviendo a las niñas, niños y adolescentes con tanto esmero y cariño en nuestras instituciones católicas, porque están conscientes de que nuestros menores son el futuro de nuestra sociedad colombiana".

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