El P. Federico Lombardi, exvocero del Vaticano, afirmó que a cuatro años de renunciar al pontificado, Benedicto XVI vive en oración y con extrema discreción su servicio de acompañamiento a la Iglesia y de solidaridad con su sucesor, el Papa Francisco; y que si bien sus fuerzas físicas se han debilitado debido a su edad, "aquellas mentales y espirituales son perfectas".
"La manera en la que Benedicto XVI ha vivido y vive estos años corresponde a aquello que nos había dicho, ósea en oración, en retiro, desde un punto de vista espiritual y con extrema discreción, su servicio de acompañamiento a la vida de la Iglesia y de solidaridad también, con su sucesor. Esto es lo que está ocurriendo en total serenidad", afirmó el sacerdote, actual presidente de la Fundación Joseph Ratzinger.
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El 11 de febrero de 2013 durante el Consistorio para ver algunas causas de canonización, Benedicto XVI anunció a los cardenales que iba a tomar "una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia". El Pontífice, que estaba por cumplir 86 años, dijo que debido a su avanzada edad ya no tenía fuerzas para ejercer de forma adecuada el ministerio petrino y que desde el próximo 28 de febrero a las 8:00 p.m. (hora de Roma), la sede de Pedro quedaba vacante.
En declaraciones a Radio Vaticana, el P. Lombardi dijo que en los últimos meses ha tenido la oportunidad de visitar a Benedicto XVI, que desde su retiro vive en el monasterio de clausura Mater Ecclesiae. "Espero continuar teniéndolas, más aun habiendo recibido la responsabilidad de la Fundación Ratzinger, seguramente habrán más motivos para visitarlo", expresó.
El exdirector de la Sala de Prensa del Vaticano afirmó que al Papa emérito "lo he hallado muy bien desde el punto de vista de la lucidez, de la presencia espiritual, mental, por lo que da verdadero gusto estar con él".
"Naturalmente el tiempo pasa y las fuerzas disminuyen. Mientras aquellas mentales y espirituales son perfectas, las fuerzas físicas van debilitándose un poco. Sin embargo Benedicto XVI es una persona que no tiene enfermedades particulares, por lo tanto se ve la fragilidad que aumenta con la edad, pero sigue en pie, puede caminar. Es una persona anciana un poco más frágil con el pasar del tiempo, pero que está perfectamente presente y a la cual es muy agradable encontrarlo", aseguró.
En el libro "Últimas conversaciones", Benedicto XVI afirma que poner en el centro el tema de Dios y la fe en primer plano, ha sido la orientación fundamental de su Pontificado. En ese sentido, se le preguntó al P. Lombardi cuál es, a su juicio, el testimonio más fuerte que el Papa alemán está ofreciendo.
"Diría que el hecho de vivir este tiempo en la oración está en perfecta coherencia con lo afirmado anteriormente, es decir, Dios en el centro, la fe como sentido de nuestra vida y, la cosa que encuentro también muy bella – y que también resulta en este libro de las 'Últimas conversaciones', es este sentido de la proximidad del encuentro con Dios, el hecho de vivir la edad de la ancianidad como un tiempo de preparación y de familiarización – diría – con el Señor que se prepara a encontrar. Esto me parece un hermoso testimonio", expresó.
El P. Lombardi dijo que "verdaderamente es muy lindo tener al Papa emérito que reza por la Iglesia, por su Sucesor. Es una presencia que sentimos. Sabemos que él está y si bien no lo vemos con frecuencia, cuando lo vemos estamos todos muy contentos, porque lo queremos. Por tanto, lo sentimos como una presencia que nos acompaña, que nos consuela y nos tranquiliza".
El exvocero vaticano dijo que si bien la presencia de un Papa en funciones y otro emérito es algo "inédito" en la historia de la Iglesia, Benedicto XVI "lo vive con extrema serenidad y normalidad, porque la motivación y el modo en que esto se ha producido, ha sido sumamente lineal, claro y sereno".
En ese sentido, recordó que durante el encuentro de Benedicto XVI con los cardenales que llegaban a Roma para el Cónclave, él, sin saber quién sería su sucesor, "prometía su obediencia, su respeto".
"El Cardenal Bergoglio estaba presente y naturalmente todos recordamos este momento. Después se ha realizado lo que había dicho el Papa Benedicto, en su discreta y serena cercanía espiritual a su sucesor que, ciertamente, también siente (…) el apoyo de esta presencia y de esta oración.
Recordó que el Papa Francisco "cultiva esta relación, a veces con visitas, otras con llamadas telefónicas; ciertamente con muchos signos de familiaridad, de respeto y de expectativa del apoyo espiritual".
"Por tanto sí, estamos viviendo esta realidad inédita, pero es hermosa, es consoladora; diría que todas las veces que vemos imágenes del Papa Francisco y de su predecesor juntos, es una gran alegría para todos y es un bello ejemplo de unión en la Iglesia, en la variedad de las condiciones", aseguró.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 11 de febrero de 2017