En abril del 2016 el sacerdote franciscano P. Rene Robert fue secuestrado y acribillado en un bosque en el estado de Georgia (Estados Unidos) por Steven James Murray. Veintidós años antes el presbítero escribió una carta en la que se opuso abiertamente a la pena de muerte, inclusive en el caso de que alguien le arrebatara a la vida como le ocurrió.
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"Solicito que la persona declarada culpable de mi homicidio no esté sujeta a la pena de muerte bajo ninguna circunstancia por muy abominable que haya sido su crimen", escribió el P. Robert en el documento de 1995 titulado "Declaración de Vida", que tuvo como testigo y notario a un abogado y con el cual vaticinó su muerte.
El 19 de mayo del año pasado la fiscal de distrito del Departamento Judicial de Augusta (Estado de Georgia), Ashley Wright, presentó la intención para solicitar la pena de muerte para Steven Murray, si es declarado culpable de asesinato.
Ante ello la Diócesis de San Agustín (Florida), a la que perteneció el P. Robert, envió a Wright la "Declaración de Vida", así como una carta de Mons. Felipe J. Estévez, Obispo de la diócesis, para intentar detener la moción.
"Si bien el Estado tiene el derecho de llevar a cabo la pena de muerte con el fin de proteger a la sociedad, tomar innecesaria y deliberadamente cualquier vida niega la dignidad de todas las personas, contribuye a una falta de respeto cada vez mayor por la santidad de la vida humana, y alimenta un sentido de la venganza en lugar de la justicia", detalló Mons. Estévez en la misiva.
Durante su vida, el P. Robert se dedicó a ayudar a los oprimidos, adictos, marginados, así como presos y reincidentes, entre los que se encontraba Steven Murray, a quien intentó ayudar durante meses.
The Associated Press informó que desde el último arresto Steven Murray intentó suicidarse en la cárcel en dos ocasiones.
"Tengo problemas mentales, y perdí el control de mí mismo, y me disculpo. Si alguien realmente ama al padre René, que me perdone, porque era un hombre de Dios y perdonar significa perdonar", dijo el detenido durante una de las primeras audiencias del caso en abril de 2016.
Por su parte, el Obispo Emérito de diócesis de San Agustín, Mons. John Snyder dijo que el P. Robert estuvo "profundamente comprometido con la santidad en vida".
"Era tan comprometido y tan preocupado por la gente. Era extraordinario en ese sentido," aseguró.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 20 de abril de 2016