Adriana Avendaño, una de las líderes del "Proyecto Esperanza", explicó que esta fundación internacional nacida en Chile hace 18 años surgió con la misión de acoger a toda mujer "que ha pasado la experiencia de abortar a un hijo y se encuentra arrepentida".
"Lo que nosotros hacemos es un acompañamiento entre 3 o 4 meses, dependiendo de la situación que la persona esté viviendo. Vamos pasando diferentes etapas para que la persona pueda lograr de a pocos su sanación espiritual y la reconciliación con su hijo. Lo que en el fondo es lo que la lleva a las secuelas que está sufriendo", dijo en diálogo con ACI Prensa.
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Proyecto Esperanza está inspirado en el trabajo que realiza el Proyecto Raquel en Estados Unidos, y funciona en doce países de América Latina con ayuda confidencial y gratuita.
En este proyecto se ayuda a personas que padecen del síndrome Post Aborto (SPA), que es una afección que se refiere a la incapacidad de la mujer o el hombre para procesar su angustia, miedo, rabia, tristeza y culpabilidad por su experiencia de uno o varios abortos provocados.
Avendaño detalló que, tras un aborto, lo que suele sucederle a la mujer es un "sentimiento de culpa" que puede "producir intentos de suicidio, dependencia de drogas, alcohol, rompimiento con la pareja y el quiebre familiar que puede existir dependiendo del contexto en que se haya dado el embarazo".
Aseguró además que estas graves secuelas también son experimentadas por hombres, aunque en "silencio".
"La mujer quiere expresar el dolor y la rabia que siente, pero el hombre no lo expresa. La ira se expresa en actitudes o maltrato con su familia e hijos, y generalmente a través de alcohol y la drogadicción", añadió.
Para que la mujer que se practica un aborto encuentre la sanación, es necesario que la mujer experimente el perdón y sentirse perdonada ella misma, "que es la etapa más difícil".
"Pasando el tema del perdón es mucho más fácil que ella pueda reencontrarse con su hijo espiritualmente, hacer este vínculo", agregó.
"Esto sucede también cuando esta sanación va acompañada de reparación. Muchas veces hacemos el llamado a los sacerdotes. Cuando ellos asumen en la confesión a una persona que ha abortado, deben saber que a las personas no les basta hacer oración sino que necesitan hacer reparación. Ellas sienten que tienen que hacer algo a nombre de su hijo", sentenció.
Finalmente, Adriana aseguró que una de las responsabilidades que tienen los católicos hoy "es apoyar todos los trabajos que se hagan en favor de la vida".
"Mucho católico cuando hay una marcha lo miran desde la televisión, pero debemos tener un compromiso y defender la vida", concluyó.
Para conseguir ayuda confidencial y gratuita de esta fundación en América Latina se puede ingresar al sitio web de Proyecto Esperanza.
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Afiche de la campaña Proyecto Esperanza incluye imagen de famosa escultura post aborto https://t.co/PO9ueCsjQo pic.twitter.com/8LUQX05KZy
- ACI Prensa (@aciprensa) 23 de mayo de 2016