La comisión teológica de la Congregación para las Causas de los Santos, del Vaticano, aprobó el 19 de enero el presunto milagro atribuido a la intercesión de la Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. El siguiente paso para su beatificación es la aprobación de la comisión de cardenales.
El presunto milagro, que ya había sido aprobado por la junta médica de la Congregación para las causas de los Santos el año pasado, tiene que ver con la curación de una mujer tucumana que sanó de una fuerte afección cardíaca sin explicación científica. La curación ocurrió hace 19 años, y se trata de la madre de una profesora del colegio de las Esclavas en Tucumán, quien continúa con vida.
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En el caso de que el presunto milagro sea aprobado por la comisión de cardenales, estos deberán redactar el decreto de beatificación que se presentará al Papa Francisco.
Según informó Radio María-Argentina, desde la Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús esperan que esta última parte del proceso de beatificación se desarrolle en el corto plazo para que en 2017 haya una nueva beata argentina.
Su vida
Catalina de María Rodríguez nació en Córdoba (Argentina) en 1823. Su padre fue secretario de los gobernadores Bustos y Paz, y su primo Santiago Derqui fue Presidente del país. Su esposo fue un destacado militar de la Confederación Argentina. Ella y sus tres hermanas perdieron a sus padres muy pequeñas y fueron criadas por sus tías.
Catalina recibió la educación rudimentaria de la mujer de la época para que se dedique a las labores de la casa. A los 17 años hizo sus primeros ejercicios espirituales y allí descubrió su vocación de consagrar su vida a Dios, pero no pudo realizarla porque en Argentina y sus alrededores solo había conventos de clausura.
Se dedicó a promover y sostener la obra de los ejercicios espirituales y a los 29 años se casó con el coronel Manuel Antonio de Zavalía, viudo con dos hijos. Su marido fue nombrado edecán del Presidente Derqui y se fueron a vivir a Paraná, donde tuvieron una hija que murió al nacer.
El matrimonio regresó a Córdoba, donde Catalina quedó viuda a los 42 años, tiempo en el que vio renacer su primera vocación y surgió su sueño de formar una comunidad de señoras al servicio de las mujeres más vulnerables para catequizarlas, enseñarles a trabajar y vivir con ellas, "como los jesuitas pero en femenino".
Luego de 7 años de pruebas y contratiempos, Catalina mantuvo su deseo en alto porque "esa idea estaba entrañada en mi alma y aunque quisiera no podía quitármela" y en esos intentos "encontraba consuelo en Dios, de quien todo lo esperaba, cuya confianza no me faltó jamás".
Finalmente el 29 de septiembre de 1872 fundó la Congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, la primera congregación de vida apostólica de la Argentina.
Por pedido del Santo Cura Brochero y decisión de Catalina, en 1880, 16 hermanas cruzaron las Sierras Grandes a caballo para atender la Casa de Ejercicios y el Colegio de Niñas fundados por el Padre Brochero.
Actualmente la congregación se encuentra también en Chile, España y Benín.
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Beatifican a Mama Antula en Argentina https://t.co/WRQHBx888U pic.twitter.com/bSYQGFhyvD
- ACI Prensa (@aciprensa) 4 de septiembre de 2016