Durante la entrevista publicada este 21 de enero por el diario español El País, el Papa Francisco reiteró su llamado a los sacerdotes a no dejarse “anestesiar” por la mundanidad del mundo, y aprovechó para aclarar a quienes solo hablan de corrupción en Curia Romana, de que ahí también hay “muchos santos” que sirven “de manera anónima”.
En el diálogo, se le recordó al Papa que al final de su pontificado Benedicto XVI le entregó en Castel Gandolfo una “caja blanca”. “¿Qué había allí dentro?”, se le preguntó.
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Francisco indicó que dentro estaba “la normalidad de la vida de la Iglesia: santos y pecadores, decentes y corruptos. ¡Estaba todo ahí! Había gente que había sido interrogada y está limpia, trabajadores… Porque aquí en la Curia hay santos, ¿eh?. Hay santos. Eso me gusta decirlo”.
El Papa advirtió que “se habla con facilidad de la corrupción de la Curia. Hay gente corrupta en la Curia. Pero muchos santos. Hombres que han pasado toda su vida sirviendo a la gente de manera anónima, detrás de un escritorio, o en un diálogo, o en un estudio para lograr... O sea, ahí adentro hay santos y pecadores”.
El Papa aprovechó para destacar que “ese día lo que más me impresionó es la memoria del santo Benedicto. Que me dijo: ‘mirá, acá están las actas, en la caja. Acá está la sentencia, de todos los personajes’. Y acá ‘fulano, tanto’. ¡Todo en la cabeza! Una memoria extraordinaria. Y la conserva, la conserva”.
Durante la entrevista, Francisco también exhortó a obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, a no dejarse anestesiar por la mundanidad. “Le tengo más miedo a los anestesiados que a los dormidos. A aquellos que se anestesian con la mundanidad. Entonces claudican ante la mundanidad. Y eso me preocupa”, indicó.
“Que si está todo quieto, está tranquilo, si las cosas están bien… demasiado orden. Cuando uno lee los Hechos de los Apóstoles, las epístolas de San Pablo, ahí había lío, había problemas, la gente se movía. Había movimiento y había contacto con la gente. El anestesiado no tiene contacto con la gente. Está defendido de la realidad. Está anestesiado”.
“Y hoy día hay tantas maneras de anestesiarse de la vida cotidiana, ¿no? Y quizás la enfermedad más peligrosa que puede tener un pastor proviene de la anestesia, y es el clericalismo. Yo acá y la gente allá. ¡Vos sos pastor de esa gente! Si vos no cuidás de esa gente, y te dejás cuidar de esa gente, cerrá la puerta y jubílate”, expresó.
En la entrevista se le dijo que así “se vive mejor, se vive más cómodo”.
“Por eso, más que los dormidos, ahí está anestesia que da el espíritu de la mundanidad. De la mundanidad espiritual”, respondió el Papa.
"En esto, a mí me llama la atención que Jesús en la última cena, cuando hace esa larga oración al padre por los discípulos no les pide ‘mirá, cuídalos del quinto mandamiento, que no maten, del séptimo mandamiento, que no roben’. No. Cuídalos de la mundanidad; cuídalos del mundo. Lo que anestesia es el espíritu del mundo. Y entonces el pastor se convierte en un funcionario. Y eso es el clericalismo, que a mi juicio es el peor mal que puede tener hoy la Iglesia”, señaló.
La entrevista completa puede leerse AQUÍ.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 22 de diciembre de 2016