El Nuncio Apostólico en Siria, Cardenal Mario Zenari, expresó su deseo que el 2017 "marque verdaderamente" el cambio en este país de Medio Oriente, golpeado por casi seis años de guerra y que desde el 29 de diciembre vive una frágil tregua entre el gobierno y los grupos rebeldes; aunque continúan los combates contra los grupos yihadistas como el Estado Islámico (ISIS).
En declaraciones a Radio Vaticana, el Purpurado exhortó a la comunidad internacional a encontrar un acuerdo, luego de seis años de "división" dentro de la comunidad y en especial en el Consejo de Seguridad de la ONU.
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El pasado 29 de diciembre, con el auspicio de Turquía y Rusia y el aval de Irán, el gobierno de Bashar al Asad y los grupos rebeldes acordaron un cese al fuego que no incluye al ISIS y a Jabhat Fateh al-Sham, antiguo Frente Al Nusra y entonces aliado de Al Qaeda.
Este acuerdo fue apoyado el 31 de diciembre por el Consejo de Seguridad de la ONU a través de una resolución. Se trata de la tercera tregua alcanzada en 2016 con el fin de terminar la guerra.
"En estos últimos días, fueron votados de forma unánime un par de resoluciones en el Consejo de Seguridad: esperamos que esto sea una señal fuerte, que pueda contribuir a un cambio. ¡Esperamos que el 2017 marque verdaderamente el año del cambio!", expresó el Cardenal Zenari.
Sin embargo, el Nuncio Apostólico reconoció que se debe ser "muy cauto, porque la tregua no concierne a todos los grupos armados". Además, recordó que el terrorismo sigue actuando, como ocurrió con el atentado en Turquía la víspera de Año Nuevo.
Además, indicó que en gran parte de la capital Damasco no hay agua potable desde hace una semana. En el caso de Alepo "se respira un gran alivio", señaló el Purpurado.
Durante unos cuatro años esta ciudad –la segunda en importancia– estuvo dividida en dos sectores: la parte occidental controlada por Al Asad, y la oriental dominada por rebeldes y yihadistas. Esta situación terminó a mediados de diciembre luego que el gobierno sirio, con el apoyo de Rusia, retomara el control de la zona este.
"Naturalmente, hay mucho por hacer, pero es importante que cese la violencia. Es tiempo de gritar las heridas profundas –¡heridas muy profundas!–, sea en el aspecto físico, pero diría también heridas muy profundas en los ánimos y espíritus. Es necesario actuar y sanar todas estas heridas", afirmó.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 25 de diciembre de 2016