La diócesis de Orissa (India), sumó el pasado 12 de diciembre dos nuevos sacerdotes, ambos nacidos en el distrito de Kandhamal, centro de las crueles masacres de 2008 realizadas por extremistas hindúes y que dejaron cerca de 130 cristianos muertos y 54.000 refugiados.
La ceremonia fue presidida por el Obispo de Rayagada, Mons. Aplinar Senapati, ante la presencia de unos 3.000 fieles. Según informó la agencia vaticana Fides, la ordenación tuvo lugar en la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad en Raikia, en Orissa. Los nuevos sacerdotes, Balabanth Ranasingh y Munib Pradhan, pertenecen a la Congregación de la Misión.
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Mons. Senapati recordó a los ordenandos que "el sacerdocio no es un trabajo, sino una vocación de servicio a la gente para mayor gloria de Dios" y por tanto "se trata de ponerse al servicio". Además el carisma de la congregación vicentina, ha dicho, "no es más que el amor y el servicio a los demás".
Por su parte, en declaraciones Fides, el P. Agustín Singh, natural de Kandhamal y consejero de la Arquidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, señaló que "en nuestro tiempo, aceptar la llamada y decir sí a la vida sacerdotal es un desafío". En ese sentido, recordó que "la oración es muy importante. La gente ama a los sacerdotes y tiene confianza en ellos".
"Kandhamal ha sido bendecida por el Señor. A pesar de los problemas sociales, económicos y religiosos, las personas tienen una gran fe en Dios y los frutos visibles son las muchas vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. En las familias cristianas existe el deseo de contribuir al crecimiento de la Iglesia, ofreciendo sus propios hijos al Señor", añadió.
La masacre
El Reporte anual 2008 de All India Christian Council (AICC) señaló que ese año fue "horrible", para los cristianos en India, sometidos a fuertes olas de violencia y ataques; y calificó como "limpieza étnica" y "fruto de un terrorismo de signo hindú" la constante persecución que ocurrida en Orissa.
A finales de 2007 e inicios de 2008, extremistas hindúes destruyeron 105 iglesias, mataron 9 cristianos, asaltaron y violaron a muchas mujeres, quemaron 730 habitaciones y dañaron 40 comercios.
La segunda fase de la masacre comenzó el 23 de agosto de 2008, cuando los extremistas hindúes mataron a 120 cristianos entre los cuales había un sacerdote, destruyeron 4.640 casas, eliminaron la presencia cristiana de 315 poblados, destruyeron 250 lugares de culto y saquearon 13 escuelas. Todo esto dejó como saldo más de 54.000 refugiados.
Ese mes el Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar (Orissa, India), Mons. Raphael Cheenath, dijo que "nosotros los cristianos, especialmente los católicos, somos perseguidos sobre todo por nuestro esfuerzo social en favor de los pobres".
Camino a los altares
En enero de 2016, casi ocho años después de la masacre, el Arzobispo de Bombay (India), Cardenal Oswald Gracias, dio su consentimiento para el inicio de la causa de beatificación de casi un centenar de cristianos asesinados en Orissa a manos de extremistas hindúes.
El Cardenal Gracias señaló a Fides que conversó con el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato; y con el Arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, Mons. John Barwa, quien tiene la responsabilidad territorial sobre la región de Kandhamal.
"La Iglesia es sensible a los mártires modernos de hoy en día. El papel de los nuevos testigos es muy importante. Para un proceso de beatificación se necesita un trabajo paciente y la documentación adecuada y tempestiva", explicó el Cardenal.
Meses antes, en abril de 2015, Mons. Barwa afirmó durante una ordenación sacerdotal que "la presencia de nuevos sacerdotes testimonia que las persecuciones no han detenido la fe y la acción del Espíritu santo está viva en los corazones de los fieles".
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- ACI Prensa (@aciprensa) 5 de enero de 2016