En un artículo publicado por el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME), un sacerdote propone cuatro recomendaciones para que el verdadero sentido del Adviento no se pierda en medio del "estrés" que pueden ocasionar las fiestas y el materialismo.
El P. Robert Havens, director de desarrollo institucional de Cáritas de la Arquidiócesis de México, subrayó en su artículo titulado "Que no te roben el adviento", que la Navidad "es una realidad tan importante" que "necesitamos tiempo para darnos cuenta de lo que viene, a fin de celebrarlo correctamente".
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"Un Adviento bien vivido asegura una Navidad hermosa y alegre. ¡Que no te pierdas tu Adviento!", alentó.
Las cuatro recomendaciones del P. Havens para vivir mejor el Adviento son:
1. Saber que la Navidad inicia en la Nochebuena
El presbítero señala que la "Navidad se celebra a partir de la Nochebuena, cuando celebramos la llegada de Cristo", y que si bien "no hay nada malo en las pre-fiestas que son parte de nuestra cultura, no hay que confundirlas con la verdadera Navidad".
También alentó a no anticipar la celebración de la Navidad, porque "siempre nos dejará vacíos, sin verdadera alegría".
2. Meditación diaria
Una segunda recomendación es "apartar un momento de silencio cada día" de Adviento.
"No tiene que ser mucho: pueden ser tres minutitos, por ejemplo. Pero tres minutitos enteros en que me retiro, hago silencio y me acuerdo que Cristo viene en Navidad. Si logras hacer esto diariamente, tu experiencia de la Navidad este año será muy diferente, y muy especial", aseguró el P. Havens.
3. Prepararse como en Cuaresma
Una tercera ayuda para vivir bien el Adviento, dijo el sacerdote, "es hacer de éste un tiempo de preparación personal, como hacemos con la Cuaresma".
"Con actos de sacrificio y mejora personal, puedo 'limpiar' el pesebre de mi corazón al que llegará el Niño Jesús el día 24", por ejemplo, "una tarde sin radio, un café sin azúcar, una Misa entre semana, una sonrisa para una persona 'pesada', 5 monedas más para un pobre", entre otras.
4. Nunca olvidarse de los signos y prácticas externos
"Finalmente, los símbolos y prácticas externos también nos pueden ayudar a hacer del Adviento un tiempo de preparación. Tener una corona de Adviento en nuestro salón o lugar de trabajo y encender las velas correspondientes durante unas horas cada día, nos recuerda a fuerzas que todavía no ha llegado el Señor", señaló el sacerdote.
El P. Havens aconsejó también "leer un versículo del capítulo 1 o 2 del Evangelio de San Lucas a la hora de encenderla".
"Otra práctica es construir nuestro nacimiento gradualmente, añadiendo una pieza o decoración cada día del Adviento; pero solo en los días en que nos hemos esforzado para vivir bien nuestro Adviento", añadió.