La fábrica que produce más biblias en todo el mundo, Amity Printing, se encuentra en China, ocupa un espacio similar al de 8 campos de fútbol y tiene 600 trabajadores que producen entre 60 a 70 biblias por minuto, es decir, un aproximado de 18 millones de copias al año.

Amity Printing se abrió por primera vez en 1987 y su sede está en la ciudad de Najing. Según Financial Times, para el 2014 produjo 65 mil 700 millones de copias en 10 lenguas chinas diferentes, así como 59 mil 300 millones de copias en otros 90 idiomas y que fueron exportadas a 70 países.

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La fábrica es un proyecto conjunto de Sociedades Bíblicas Unidas y la Fundación Amity, una ONG cristiana local.

De acuerdo a cifras oficiales, menos de 30 millones de personas son cristianos en China, pero conforme a estimaciones independientes de mayor credibilidad, se indica que el número de católicos y protestantes en el país superan 86 mil 700 millones de miembros del Partido Comunista Chino.

El budismo, que llegó a China desde la India poco después de la muerte de Cristo, sigue siendo la religión dominante en ese país.

Sin embargo el cristianismo, sobre todo el protestante, es la religión de más rápido crecimiento del país. Muchos expertos creen que China tendrá la mayor población cristiana del mundo en los próximos 15 años.

"A medida que China se abrió al mundo (desde principios de 1980) la mayoría de personas se centró en mejorar su calidad de vida, conseguir ropa y alimentarse, debido a que todo el mundo era pobre", dijo Qiu Zhonghui, presidente de Amity Printing.

"Una vez que las personas alcanzan un cierto nivel de vida, comienzan a buscar la plenitud espiritual y por eso vemos tanta demanda del cristianismo en China. El significado de la vida llega a ser importante una vez que se tiene el dinero suficiente para sobrevivir", agrega Zhonghui.

El presidente de la fábrica explicó además que "la Fundación Amity utiliza los beneficios procedentes de sus ganancias y donaciones para hacer trabajo de caridad para promover la educación, servicios sociales, protección del medio ambiente, salud y desarrollo rural".

El principal cliente de la Fundación Amity es el Consejo Cristiano de China (autorizado por el gobierno), que subvenciona y distribuye Biblias en todo el país.

"Incluso hoy en día, algunos extranjeros y grupos religiosos de otros países piensan que China no permite biblias y que algunas iglesias en el oeste todavía recaudan fondos para hacer contrabando. No se dan cuenta que esas biblias están hechas probablemente aquí en nuestra fábrica en China", dijo Zhonghui.

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