La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina se pronunció sobre el allanamiento ocurrido hace unas semanas en el monasterio Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmelo, de Nogoyá.
"Esperamos que la Justicia se expida con prontitud, que lo haga en base a elementos objetivos y respetando en toda su amplitud la legislación vigente y la libertad religiosa de las personas y de la Iglesia misma", señala el comunicado del 22 de septiembre.
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El texto es el primer pronunciamiento oficial del Episcopado tras el allanamiento al monasterio ocurrido el pasado 25 de agosto, un día después de que la revista argentina Análisis de la Actualidad, publicara un reportaje con el testimonio de algunas mujeres que dijeron ser ex monjas de la congregación y que denunciaban supuestas torturas con látigos y cilicios.
Los obispos piden en el texto acompañar con la oración al Arzobispo de Paraná, Mons. Juan Alberto Puiggari, en cuya jurisdicción está el monasterio, y a "todos quienes ejercen un grado de autoridad en este caso, para que lo hagan con los necesarios recaudos jurídicos que requiere un hecho que presenta instancias canónicas que deben ser tenidas en cuenta".
"Queremos dejar en claro que la Iglesia Católica no busca ningún privilegio frente a la legítima acción del Estado en la investigación y sanción de los delitos que puedan cometerse en cualquier ámbito. Si efectivamente se hubieran cometidos delitos, la Iglesia es la primera interesada en que se haga justicia".
En su momento, Mons. Puiggari, explicó que llegaron cerca de 50 policías al lugar y realizaron un "allanamiento intempestivo" con una fuerza "fuera de lugar".
Los prelados precisaron que "en este caso concreto llamó la atención el modo de proceder de las autoridades intervinientes. No había ni hay ningún motivo para presumir que un monasterio conocido y de extendida presencia necesitara ser allanado de ese modo".
"Esa forma de actuar, que sería igualmente poco adecuada en una casa de familia, ofende especialmente a la consideración que merece una casa de oración legítimamente constituida, y al sentimiento religioso de la comunidad católica", manifestaron.
Puede ser "difícil de comprender en nuestro tiempo" la vida contemplativa que llevan las religiosas "que se dedican a la oración y el trabajo silencioso".
"Queremos reafirmar la especial estima, valoración y agradecimiento que los obispos y el Pueblo de Dios tenemos hacia la vida religiosa contemplativa. Se trata de un testimonio luminoso que nos ayuda a descubrir la presencia de Dios. Los monasterios son lugares de oración y de paz, que hacen mucho bien a la Iglesia y a la misma sociedad".
Puede leer el comunicado completo AQUÍ.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 8 de septiembre de 2016