El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, afirmó que "el gran desafío" de esta época, marcada por el secularismo, es que la gente y los fieles católicos puedan ver "en sus sacerdotes a Cristo".
Así lo señaló el Cardenal en la Misa que presidió el sábado 20 de agosto en la que ordenó diáconos a Jan Thomas Lozano Trelles y Alfonso Julián Chircca; y sacerdotes a Luis Fernando Gonzales Castillo y Gustavo Adolfo Zamudio Morales.
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En su homilía en la Catedral de Lima, el Purpurado dijo que "el gran desafío de la época (es que la gente) vea en sus sacerdotes a Cristo. Esta es la luz que hoy la Iglesia nos pide a los sacerdotes. No sean duda, sean certeza. No tengan miedo, sean fuertes y derramen ese amor de Dios. Es un desafío muy grande".
"Por eso nos dice San Pablo: esa fuerza tan extraordinaria es de Dios (…) Cristo vive, hay que repetirlo muchas veces ante esa ola de secularismo", ante la tendencia generalizada que tienen muchas personas "de pensar con superficialidad", agregó.
El Cardenal Cipriani también pidió a los nuevos sacerdotes y diáconos que tengan mucha disponibilidad con las personas: "tener las 24 horas del día para servir a los demás, para amar a Dios, para atender a esos fieles, para darles el pan, la palabra, las enseñanzas de la Iglesia".
Para que eso sea posible, explicó el Purpurado, "hay que ejercitarse constantemente en tener esa cercanía con Dios, debemos cada día tener un plan ordenado para rezar, para meditar la palabra de Dios, para rezar el oficio divino, para que de esa manera vaya siendo más familiar esa intimidad, con ese Cristo que me une de manera impresionante a su misión".
Tras exhortar a no vivir apegados al dinero, el Arzobispo de Lima pidió a los nuevos ministros "ser pobres y ayudar a la gente pobre".
Vayan "a esos lugares en donde la gente nos espera con pobreza, corazón limpio y enamorado de Jesús para que de esa manera podamos llevar ese amor a un mundo frío, a unos jóvenes que buscan y quieren encontrar esa luz, ese calor del corazón del sacerdote", alentó.
Sobre la obediencia, el Cardenal Cipriani dijo que "somos un cuerpo y el cuerpo debe obedecer a la cabeza, obediencia pronta y alegre al obispo. No solo obediencia, sino también amor, cariño, cercanía; es así como crece la Iglesia".
"Le pido a mi Madre Santísima, cuídalos, que sean fieles. De un sacerdote fiel se benefician miles, miles y miles. Madre mía, cuídalos, cuídanos (…) Recemos por los sacerdotes, es muy importante, no son mejores pero la presencia de Cristo vivo está condicionada a ellos, a nosotros", aseguró.
Concelebraron la Misa los obispos auxiliares de Lima, Mons. Raúl Chau y Mons. Adriano Tomasi; el Vicario del Clero, P. Rubén Risco, y sacerdotes de distintas parroquias de la Arquidiócesis de Lima.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 4 de mayo de 2016