Unir los videojuegos y educación en una clase de religión es una apuesta innovadora del sacerdote marianista e ingeniero informático, P. Daniel Pajuelo, quien ha tenido éxito con el proyecto "Zona Educativa Minecraft" que ahora va a desarrollar en Colombia.
Minecraft es un popular videojuego "de mundo abierto" que puede describirse como una especie de lego virtual donde los jugadores construyen una gran variedad de cosas como edificios y escenarios, creando una realidad en línea.
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"En septiembre del curso pasado introduje Minecraft en la asignatura de religión, lo llevaba pensando mucho tiempo y me di cuenta de que tenía un grandísimo potencial para fomentar la imaginación de los chicos", explica el P. Pajuelo a ACI Prensa.
Con este proyecto el sacerdote hacía que sus alumnos hablaran con un párroco y conocieran los distintos lugares de una parroquia católica. Después los chicos tenían que construir, lo más preciso posible, su propia iglesia en el mundo de Minecraft.
"Unos meses después Microsoft me contactó porque, yo no lo sabía entonces, esta compañía había comprado el videojuego de Minecraft y querían desarrollar una versión educativa que se ha lanzado este junio. Nosotros, sin saberlo, nos adelantamos unos meses", cuenta el sacerdote.
Un interés que hizo que el mismo Satya Nadella, Director General de Microsoft, una de las compañías más grandes del mundo, visitara la clase de religión que imparte el P. Pajuelo en el colegio Amorós de Madrid en España.
Este novedoso proyecto traspasó las fronteras y ahora ha llegado a Colombia.
"La fundación de Colombia 'Todos somos gamers' me contactó para colaborar y utilizar Minecraft para ayudar a los 800 niños que viven en el orfanato de Bogotá, Asociación Hogares Luz y Vida, a través del proyecto Ciudad Esperanza", explica. Aunque al comienzo veía demasiado complicado el proyecto, poco a poco todo fue encaminándose.
"La Asociación Hogares Luz y Vida atiende a unos 1000 niños, la gran mayoría con discapacidad. Me contaron que los que tienen dificultades motoras o incluso parálisis cerebral juegan a Minecraft con los pies o con sensores que detectan el movimiento de los ojos. Los que tienen discapacidades mentales les ayuda a tener habilidades cognitivas y los que están en riesgo de exclusión social mejoran sus conocimiento del mundo digital", asegura.
Por eso finalmente el Colegio Amorós, dirigido por los marianistas, se hermanó con este orfanato colombiano a través de Minecraft y con la ayuda de Microsoft.
"Estos niños juegan a este videojuego y se conectan con los de Madrid. Ambos conocen realidades a miles de kilómetros de distancia, otra sociedad, otras situaciones y eso les ayuda a construir algo juntos, no solo en Minecraft, sino también una amistad en la vida real. Además de mostrar al mundo que se puede educar a través de los videojuegos", comenta el sacerdote a ACI Prensa.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 12 de julio de 2016