Desde fuera nada hace pensar que en el interior de la pequeña iglesia de San Nicolás de Bari en la ciudad de Valencia (España) se encuentra la llamada "Capilla Sixtina de Valencia" por la belleza de los frescos que decoran la bóveda.
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- Archidiócesis VLC (@archivalencia) 7 de junio de 2016
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"Se la llama así porque visitó la iglesia el restaurador de la Capilla Sixtina, Gianluigi Colalucci, quien al ver la calidad de las pinturas, que son frescos pintados sobre una estructura gótica se quedó impresionado y afirmó que aquí teníamos, salvando las distancias, la Capilla Sixtina valenciana", explica María Luz Segarra, directora de operaciones de la Iglesia de San Nicolás de Bari.
Según explica la experta, la belleza de esta pequeña pero magnífica iglesia reside en el gran arte con el que fue proyectada y pintada, pero reconoce que hay grandes diferencias con la Capilla Sixtina "que es del Renacimiento y pintada por Miguel Ángel y esto es de estilo Barroco y no fue pintada por él", pero apunta que si su belleza impresionó a Colalucci "quien había trabajado durante años en la restauración de la Capilla Sixtina" algo de bello debe tener.
Sin embargo, durante años su belleza estuvo oculta, ennegrecida por el humo de las velas que durante siglos se han encendido en la iglesia y que al no tener ventilación adecuada, se pegaba a las paredes, manchándolas.
"Lo espectacular de San Nicolás es que son 1900 metros cuadrados de superficie para pintar, además de la calidad de las pinturas y colores. Nunca nos habríamos imaginado que lo que llevaba siglos ennegrecido por el humo de las velas era algo así de impresionante", indica a ACI Prensa.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 21 de julio de 2016
Hace tres años, la fundación privada Hortensia Herrero comenzó una restauración integral. "Se empezó desde la parte exterior, donde las tejas estaban muy dañadas y posteriormente en el interior limpiaron todos los frescos e instalaron un sistema mecánico para que las vidrieras puedan abrirse mecánicamente y haya ventilación, que fue uno de los principales problemas por los que se estropeó tanto y tan rápido la pintura original", apunta Segarra.
Los titularidad de esta iglesia, es decir, a quién está dedicada, la comparten San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir, quienes se encuentran representados en la bóveda central.
"San Nicolás de Bari es el titular de esta iglesia desde el S.XIII, cuando se empieza a construir en 1245 y San Pedro mártir pasa a ser cotitular de la iglesia. Ambos están representados en el altar mayor, a la derecha San Nicolás con los atributos de obispo que son la mitra y el báculo y a la izquierda San Pedro que como fue martirizado se le representa con la palma y con una España en la cabeza porque murió así", explica Segarra a ACI Prensa.
Además indica que todas las pinturas de la magnífica bóveda hablan de la vida de los dos santos. "Hay 6 'lunetto', que son los triángulos que forman la bóveda, en cada uno se habla de un momento de sus vidas, que van emparejados. Hablan de su juventud, momentos destacados, algunos milagros y después su muerte y subida al cielo" y que como todo arte sacro eleva el alma a la oración".
Pero además de la belleza de los frescos, la iglesia de San Nicolás guarda una imagen de San Judas Tadeo, patrón de las causas imposibles, a la que cientos de fieles acuden a pedirle favores.
"Según la tradición, aunque puedes rezarle a San Judas cualquier día de la semana, aquí suele hacerse durante tres lunes seguidos, se intenta llegar a la iglesia desde tu casa a pie y en silencio, como una pequeña peregrinación y pedirle al santo algo que no sea material", resalta.
Una obra que ha pasado desapercibida a pesar de su belleza y que ahora luce en todo su esplendor y que también puede disfrutarse a través de una visita virtual.
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