El pasado 18 de julio se llevó a cabo la 29° Peregrinación de los Grupos de Monaguillos a la Basílica de Guadalupe en México, donde se realizó una Misa de acción de gracias para agradecer la participación activa de niños y jóvenes en las celebraciones litúrgicas de la Arquidiócesis.
La peregrinación, que buscó promover la participación de niños y jóvenes al servicio a la Iglesia, fue organizada por la Comisión de Promoción Vocacional Sacerdotal Arquidiocesana y contó con la participación de cientos de monaguillos que prestan su servicio en las iglesias de la Arquidiócesis de México.
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La romería inició a las 9:30 a.m. en la escalera del Cerro del Tepeyac, de donde se partió en procesión hacia el interior de la Villa de Guadalupe. Posteriormente, se realizó una Misa de acción de gracias que fue presidida por Mons. Antonio Ortega, Obispo Auxiliar de la IV Vicaría.
29° Peregrinación de los Grupos de Monaguillos a la Basílica de Guadalupe. Vía Iñigo Aguilar https://t.co/0wklhDrfn3 pic.twitter.com/Q7VLL1jfDZ
- ACI Prensa (@aciprensa) 20 de julio de 2016
"Los niños ofrecerán a Jesús, por intercesión de la Virgen María de Guadalupe, los trabajos del año escolar que termina, y pedirán su protección para el siguiente año. Desean hacerse acompañar de María en este encuentro con Jesús, y así descubrir el llamado de Dios a la vocación que cada uno vaya a recibir", dijo uno de los coordinadores del evento, José Íñigo Aguilar Medina.
Durante la peregrinación, que es organizada cada año, los pequeños oraron con el Santo Rosario para recordar la presencia maternal de María, como se recordó en el folleto de la peregrinación que fue entregado a los acólitos:
"Monaguillos, subir al cerrito del Tepeyac nos recuerda aquella característica del Santo Rosario que es una escalera para subir al cielo. Cada vez que subimos un escalón nos acercamos un poco más a Jesús, Divino Hijo, quien junto con su Madre, la Virgen María, nos espera de pie, justo cuando ella esperó a San Juan Diego para su encuentro y así decirnos: 'Hijito mío, el más pequeño, yo soy la perfecta siempre Virgen María, madre del verdadero Dios por quien se vive, el creador de las personas, yo en verdad soy tu Madre compasiva, tuya y de todos los hombres de la tierra'".
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