Blanca Ruiz

Por Blanca Ruiz

20 de julio de 2016

Jul 20, 2016

Con el inicio de las vacaciones de verano en Europa, el número de accidentes se dispara. Durante el año pasado casi dos mil personas murieron en accidente en España, cuatrocientas eran peatones.

Consciente  del grave problema que la seguridad vial representa en la sociedad, la Conferencia Episcopal Española tiene un servicio de Pastoral de la Carretera no solo para sensibilizar del peligro, sino también para llevar la Palabra de Dios a quienes pasan gran parte de su vida sobre cuatro ruedas.

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El sacerdote P. José Aumenté es el responsable de la Pastoral de la Carretera en España: un servicio de pastoral pionero en el mundo, que nació hace más de 50 años cuando un presbítero fue auxiliado por un camionero la noche de Navidad de 1962.

"Un sacerdote tenía que ir de un pueblo a otro y no tenía coche. Un camionero se paró para ayudarle y durante el trayecto le contó sobre su vida, lo difícil que se hacía trabajar siempre en la carretera y cómo ese día tan especial de Navidad no llegaría para cenar con su familia por un contratiempo en el viaje", cuenta el P. Aumenté a ACI Prensa.

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Esto impresionó al sacerdote que comenzó esta pastoral de la carretera, una iniciativa que en 1968 la CEE hizo suya.

En esta ocasión se une al Año de la Misericordia bajo el lema "Bienaventurados los misericordiosos" y llama a todas las personas relacionadas con la carretera: camioneros, transportistas, taxistas, conductores de autobuses, ambulancias, etc.

Este mensaje también está dirigido "a las personas que cada día pasan buena parte del tiempo al volante por razones de trabajo, necesidad o porque disfrutan de vacaciones. Asimismo a los motoristas, ciclistas y peatones que, de una u otra manera, hacen uso de las vías públicas".

Muestra de ello fue una reciente bendición de camiones que el P. Aumenté hizo en un pueblo cercano a la ciudad de Albacete.

"Es un día muy bonito porque en esa ocasión acompaña al camionero su familia. Entran en la cabina, que es un lugar muy especial para ellos. Bendije el camión con agua bendita y les di una estampa de San Cristóbal, con la oración del conductor", explicó a ACI Prensa el sacerdote.

"La Iglesia siempre ha dejado como fecha principal el día de la responsabilidad en el tráfico, que se celebra a primeros de julio que coincide con la fiesta de San Cristóbal y con el inicio de las vacaciones masivas de verano", explica el P. Aumenté.

Esta pastoral también se ocupa de quienes sufren el dolor de la pérdida de alguien querido que murió en accidente y también quienes sufren las secuelas de los mismos.

Por eso el tercer domingo de noviembre celebra una Misa en recuerdo de quienes murieron en las carreteras y en mayo una jornada para consolar a los familiares y a quienes les cambió la vida tras un accidente.

Ante los millones de desplazamientos que se realizan cada verano en todo el mundo, el P. Aumenté recomienda ser "también misericordiosos en la carretera".

"A todos nos ha pasado ir en un coche e insultar a los demás conductores porque lo hacen mal. Por eso es importante saber que en el coche y en la carretera también hay que ceder y ser misericordiosos".

"El ejercicio de las obras de misericordia espirituales y corporales son beneficiosas también para quienes las realiza y en este caso el uso del coche también nos facilita ejercerlas", precisa.

También anima a aprovechar los trayectos para rezar y eso recuerda unas palabras del Papa Pablo VI que decía: "gozar la vida mientras vas de camino y elevando el espíritu a Dios cuando ves en un pueblo que sobresale el campanario".

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