12 de julio de 2016

Jul 12, 2016

Respondiendo al llamado del Papa Francisco de hacer obras concretas de misericordia, los obispos de Venezuela hicieron una pausa en su Asamblea Plenaria para acercarse, como lo han hecho en todo el año, a los más necesitados y afligidos, en esta ocasión en 45 parroquias de la capital Caracas.

La oficina de prensa de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) informó que la Jornada Extraordinaria de la Misericordia se realizó el domingo 10 de julio.

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La CEV recordó que durante este año los obispos han realizado "gestos de misericordia a nivel personal, parroquial y diocesano, pero en esta oportunidad lo realizaron como colegio episcopal, al visitar juntos, aunque en distintas parroquias, las diversas periferias para encontrarse con el pueblo de Dios en un momento extraordinario de gracia y renovación espiritual".

Los obispos llevaron el sacramento de la Reconciliación e incluso hubo varios que pasaron más de cuatro horas confesando a los fieles. "Otros visitaron enfermos, llevándoles palabras de esperanza y colocándoles la Unción de los enfermos".

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"Algunos pudieron visitar hogares alejados de la ciudad y entrar en su humildes casas para compartir con sus familias; otros compartieron almuerzos con ancianos, indigentes y niños de distintas casas hogares llevadas por diversas congregaciones religiosas", se indicó.

Terminadas las visitas "a los lugares más alejados y de extrema pobreza, los obispos celebraron junto a las comunidades parroquiales la Eucaristía", animando a los fieles a tener esperanza y "pensar que Dios nunca desoye al pobre ni al afligido y siempre viene a nuestra ayuda en los momentos de dificultad". Por ello, los alentaron a estar atentos para escucharlo y dejarse "acariciar por su amor misericordioso de la misma manera que lo hizo aquel samaritano cuando ayudó a su prójimo".

Con esta jornada, indicó la CEV, se ayudó a los más necesitados a experimentar "la ternura de la mano de Dios que siempre acompaña a sus hijos".

En diciembre de 2015, días después de inaugurar el Jubileo de la Misericordia, el Papa Francisco anunció que un viernes de cada mes realizaría un gesto distinto para llevar a los pobres y afligidos la ternura de Dios, así, ha visitado de manera sorpresiva de ancianos, de personas con discapacidad y albergues de acogida a inmigrantes en Roma.

Además el Santo Padre ha exhortado a fieles, sacerdotes y religiosos a acercarse a estas personas y realizar "obras fijas de misericordia".

Una manera, señaló Francisco, es apoyando las actividades que lleva adelante la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) que en junio lanzó la campaña "Sé la misericordia de Dios".

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