El sacerdote jordano Rifat Bader habló en Madrid (España) durante un encuentro con la prensa sobre los principales temas que afronta el país: la acogida masiva a refugiados, la convivencia entre las distintas culturas y religiones; y la importancia de recordar que Jordania también es Tierra Santa.
"Jordania es una casa segura en una calle en llamas", apunta el sacerdote ante la complicada situación que viven sus países vecinos en Medio Oriente.
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En ese sentido el P. Rifat asegura que Jordania es un ejemplo de "buena convivencia entre las religiones y en integración de los refugiados frente a otros países que afrontan grandes problemas para integrar a estas personas".
Muestra de esta buena convivencia es el hecho de que 50 de los refugiados que el P. Bader acogía en su parroquia han sido ayudados con subvenciones otorgadas por Emiratos Árabes para que puedan alquilar viviendas.
Tan sólo 200 mil refugiados viven en campos destinados a ellos en Jordania, la gran mayoría se han asentado en poblaciones fronterizas a Siria e Irak. "Hay poblaciones en Jordania donde la mayoría son sirios e iraquíes. Tenemos que adaptarnos a estos cambios demográficos y podemos hacer mucho por los refugiados que viven fuera de los campos", apunta.
En ese ámbito de ayuda desarrolla su labor Cáritas Jordania, Mensajeros de la Paz y la Fundación Promoción Social de la Cultura que desarrolla actividades con niños discapacitados dentro de Zaatari, el mayor campo de refugiados del mundo.
El sacerdote indica asimismo que "el cristianismo nació en Jordania en vida de Jesucristo que fue bautizado en el río Jordán que da nombre al país".
El también director del centro católico para los estudios y los medios de Jordania recuerda que este país también "es realmente parte de Tierra Santa" y precisa que 35.000 de los 1,5 millones de refugiados que acoge esta nación son cristianos procedentes de Siria e Irak.
Ellos, explica, "buscan seguridad y también permanecer en su fe" porque a pesar de que se trata de un país eminentemente musulmán, el cristianismo se encuentra allí desde los primeros siglos.
Sobre las peregrinaciones que se realizan en Jordania, el sacerdote recuerda a un grupo muy especial: "me gusta recordar que igual que tenemos grupos de peregrinos que vienen de España, Italia y de tantos lugares del mundo, en Jordania también hemos tenido un 'grupo de Papas' que los han visitado", apunta haciendo referencia a las visitas de Pablo VI (1964), Juan Pablo II (2000), Benedicto XVI (2009) y Francisco (2014) al lugar del bautismo de Jesús en el río Jordán.
En ese sentido el sacerdote subraya que San Juan Pablo II fue el primer peregrino que visitó el lugar del bautismo de Jesús después de que fuera reabierto al público en el año 2000, acompañado por más de 40 mil personas.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 7 de julio de 2016