Más de 250 personas, entre ellas 60 discapacitados, protestaron en el campus de la Universidad de Princeton durante el primer día de clases por la contratación de un profesor que postula -entre otras cosas- que los padres tienen el derecho de matar a sus hijos recién nacidos si presentan algún problema físico.
En sillas de ruedas y a pie, los manifestantes rechazaron la contratación de Peter Singer -conocido como el "filósofo de la muerte"- como profesor de Bioética. "No es posible que la universidad le dé una plataforma de lanzamiento de sus ideas", afirmó Stephen Drake, organizador de la protesta y miembro del grupo pro derechos de los discapacitados Not Dead Yet.
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Por su parte, Marie Tasy de Right to Life, señaló que "la historia humana ya nos ha mostrado a dónde es que este tipo de pensamiento lleva", en referencia a los postulados de Singer.
"Si los postulados del profesor Singer no son rebatidos, existe la posibilidad de que puedan ser adoptados por compañías de seguro que siempre buscan ahorrar dólares", agregó.
El pre candidato republicano Steve Forbes, ex alumno de Princeton y miembro del Consejo Directivo, afirmó que no dará una contribución más a la universidad mientras Singer enseñe ahí. En una carta abierta, señaló que su presencia "me afecta, así como lo haría la presencia de un racista o antisemita".
"Peter Singer racionaliza la discriminación contra los recién nacidos, los niños, los discapacitados, los débiles y los ancianos. Tal discriminación letal es intolerable e inconsciente. Peter Singer es parte de lo que el Papa llama correctamente cultura de la muerte", indicó Forbes.
En una de sus obras más conocidas, denominada Ética Práctica, Singer llega a definir a las personas discapacitadas como individuos que "viven una vida que no vale la pena ser vivida" y asegura que debe permitirse el asesinato de los niños discapacitados hasta los 28 días de vida porque según él "matar a un niño inválido no es moralmente equivalente a matar a una persona y con mucha frecuencia, no está del todo mal".
El médico australiano también se ha erigido como uno de los principales defensores de la eugenesia y en reiteradas ocasiones ha sugerido que los padres deben tener la autoridad de "reemplazar" -es decir abortar y concebir otro bebé- cuando el hijo que está por nacer padece de Síndrome de Down o hemofilia.
Singer lidera actualmente el Centro de Bioética Humana de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia, donde tiene como uno de sus principales detractores al Arzobispo de Melbourne, Mons. George Pell, quien lo llamó "el más notorio mensajero de la muerte".