Ayer domingo el Papa Francisco celebró la Misa de canonización de Mary Elizabeth Hesselblad, una conversa del luteranismo cuya elevación a los altares se debió a la curación milagrosa de un niño cubano.
El beneficiario de la intercesión de la nueva Santa sueca es Carlos Miguel Valdés Rodríguez, un niño originario de Santa Clara (Cuba), a quien el 25 de mayo de 2005, cuando tenía 2 años de edad, le detectaron un tumor en el cerebelo.
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Según relató el sitio web de la diócesis de Santa Clara, al pequeño Carlos se le realizaron tres operaciones. Presentaba, además de las secuelas de la compresión medular -prácticamente cuadripléjico- una gran desnutrición, lo que impedía el proceso de rehabilitación necesario antes de recibir la terapia oncológica.
"Al regresar a Santa Clara, de paso por el convento de Santa Brígida en La Habana, una de las religiosas, la Madre Martin pasó por el cuerpo y la cabeza de Carlos Miguel una reliquia de la Beata Isabel Hesselblad. En Santa Clara, sin tratamiento alguno, el niño se recuperó neurológicamente, pudiendo recibir el procedimiento citostático indicado sin ninguna complicación", informó la diócesis.
Diez años después del hecho, no ha habido recaídas ni metástasis, así como tampoco secuelas de la cirugía.
La nueva santa
Mary Elizabeth Hesselblad nació en Suecia el 4 de junio de 1870, es considerada por los judíos "Justa entre las Naciones" por haber salvado a muchas personas que fueron perseguidas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Por muchos años trabajó como enfermera en Estados Unidos. El contacto con pacientes católicos, su caridad, oración, estudio y devoción filial a la Virgen María, la condujeron a convertirse a la fe católica.
El 9 de septiembre de 1911, junto a tres postulantes inglesas, refundó la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida (había profesado sus votos en 1906) con la misión de orar y trabajar especialmente por la unión de los cristianos de Escandinavia con la Iglesia Católica.
Durante y después de la Segunda Guerra Mundial, Mary Elizabeth realizó una intensa obra de caridad a favor de los pobres y de los perseguidos a causa de leyes de racismo; y promovió un movimiento por la paz con católicos y no católicos, trabajando fuertemente en el ecumenismo.
Fue beatificada por el Papa San Juan Pablo II el 9 de abril del año 2000. El 14 de diciembre de 2015 el Papa Francisco aprobó el segundo milagro atribuido a Mary Elizabeth Hesselblad y la canonizó el 5 de junio de 2016.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 5 de junio de 2016