El Arzobispo de Caracas en Venezuela, Cardenal Jorge Urosa Savino, advirtió este 1 de junio que la decisión del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, de invocar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, "revela la gravedad de la situación que estamos viviendo".
Ayer martes Almagro invocó el artículo 20 esta Carta para llamar a una "reunión urgente" sobre la "alteración del orden constitucional" en Venezuela.
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Este artículo señala que "en caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente".
Ahora el Consejo Permanente de la OEA deberá decidir si acepta o no la discusión sobre Venezuela. Se requieren 18 votos de los 34 miembros para que el asunto sea abordado.
Sin embargo, la respuesta del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue llamar a una "rebelión nacional frente a las amenazas internacionales", así como insultar al Secretario General de la OEA.
Argentina, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo Permanente de la OEA, convocó una sesión extraordinaria para que los 34 embajadores consideren un proyecto de declaración que sea una vía alternativa para actuar sobre Venezuela que la Carta Democrática. Para el Presidente de la Asamblea Nacional, el opositor Henry Ramos Allup, este debate "es ya una derrota para el régimen de Maduro".
En una entrevista difundida este miércoles por el Arzobispado de Caracas, el Cardenal Urosa dijo que el planteamiento de Almagro "revela la gravedad de la situación que estamos viviendo en Venezuela".
"Ante eso, es necesario que el Gobierno responsablemente asuma su papel, al igual que la oposición, y busquen resolver los problemas que están planteados en el país", señaló.
Asimismo, el Arzobispo rechazó la intención de Maduro de denunciar a los directivos de la Asamblea Nacional por "traición a la patria", por supuestamente "usurpar funciones constitucionales exclusivas del presidente" y promover la aplicación de la Carta Democrática.
"No se trata de traición a la patria y acusar libremente a los directivos de la Asamblea para ocultar la realidad del país. Hay que darle solución a la gente que se encuentra sufriendo en medio de una crisis humanitaria", expresó el Purpurado.
Esta crisis humanitaria "se traduce en la situación de escasez cada vez mayor en los alimentos y en las medicinas, pero también en la carencia de los repuestos y equipos técnicos para vehículos y maquinarias en general que son necesarias para que el país funcione", señaló.
En ese sentido, indicó que "la Iglesia y el país en general están esperando que el gobierno cumpla con su deber de asegurar el bienestar de los venezolanos".
El Arzobispo también abordó la inseguridad en las calles de Venezuela, la cual "cada vez se incrementa a pesar de los operativos implementados por el Gobierno". "Los crímenes son cada vez más atroces con mutilaciones, decapitaciones y múltiples disparos en contra de las víctimas. Eso nunca se había visto en Venezuela", denunció.
El Cardenal afirmó que "no caben dudas que toda esta situación de inseguridad (…) es consecuencia de los años en que el Gobierno asumió una actitud muy suave y permisiva con respecto a la delincuencia".
Además señaló que el estado de excepción decretado por Maduro el 16 de mayo "no ayuda en nada a resolver los problemas de los venezolanos, todo lo contrario, agrava la situación política, social y económica, porque es un decreto que confiere al Presidente una cantidad de poderes ilimitados sin ningún control de la Asamblea Nacional".
"Además, el Estado de Excepción confiere a grupos civiles poderes para actuar junto con la Fuerza Pública en el control de la seguridad y la paz de los ciudadanos. Eso es sumamente peligroso y negativo porque se trata de darles a los activistas y grupos paramilitares allegados al Gobierno, poder del uso de las armas que solo deben tener los organismos policiales", añadió.
El Arzobispo también calificó de "inútil, estéril y contraproducente la guerra política que existe entre el Ejecutivo contra la Asamblea Nacional, ya que la solución de estos problemas pasa por la participación de todos los sectores de la sociedad, y en ella juegan un papel muy importante los factores políticos".
Asimismo, el Cardenal Urosa abordó el pedido la oposición para que el Consejo Nacional Electoral (CNE), convoque a una consulta popular para revocar a Maduro del cargo de Presidente. Esta iniciativa fue presentada el 2 de mayo con el apoyo de un millón y medio de firmas.
"El revocatorio es un instrumento absolutamente democrático, popular y electoral que está planteado en nuestra Carta Magna, y que ha sido presentado ante el Consejo Nacional Electoral y que se debe llevar a cabo", señaló el Arzobispo.
Indicó que si bien es entiende que el gobierno no lo quiera aceptar, "el CNE está obligado constitucional y legalmente a aplicar el Reglamento que ellos mismos elaboraron, y a respetar los lapsos sin seguir retrasando el proceso del revocatorio, porque es ir contra la voluntad del pueblo venezolano".
Finalmente, el Cardenal exhortó a los venezolanos a tener una actitud positiva. "Vamos a resolver los problemas y darnos cuenta que somos hermanos", encontrando soluciones pacíficas y con la ayuda de Dios. "Este llamado es tanto para los funcionarios del Gobierno como para los dirigentes de la oposición y la población en general, porque Venezuela la conformamos cada uno de los ciudadanos que habitamos este país", señaló.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 26 de mayo de 2016