"Así es como se cambia vidas y no mostrando las tetas en la calle", señaló recientemente Sara Winter, ex violenta activista de Femen convertida en pro-vida en Brasil, mientras mostraba fotos de las donaciones que llevó a un centro de ayuda a mujeres embarazadas en riesgo de abortar.
Sara Winter –cuyo nombre real es Sara Fernanda Giromin– fue una de las fundadoras de la rama brasileña de Femen, una organización de violentas activistas que protestan con el torso desnudo a favor de la agenda feminista, el aborto y el lobby gay, en distintas partes del mundo.
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Activistas de Femen atacaron en 2013 a Mons. André-Joseph Leonard, hoy Arzobispo Emérito de Malinas-Bruselas (Bélgica), e intentaron robar la imagen del Niño Jesús en el pesebre del Vaticano en 2014.
En una reciente publicación en su página de Facebook, Sara recordó que "cuando me uní al feminismo, todos los días 'martillaban' mi cabeza que el movimiento tenía como objetivo cambiar la realidad de las mujeres".
"Fueron 4 años mostrando los pechos en la calle, degradando mi imagen, pasando por líos, abandonando por completo cualquier posibilidad de un futuro digno y destruyendo toda ética y moral que había dentro de mí", lamentó.
"Hoy le doy gracias a nuestro buen Dios por haber abierto mis ojos, a través de mi hijo hermoso", dijo.
Tras cuatro años de pertenecer a Femen y someterse en una ocasión a un aborto, un nuevo embarazo cambió totalmente la perspectiva de Sara, y comenzó su camino en defensa de la vida.
"Hasta ahora he logrado recaudar media tonelada de alimentos para donación para la casa de amparo a gestantes San Frei Galvão, garantizando la alimentación y la canasta básica para las mujeres embarazadas de allí", explicó en su página de Facebook.
Este "proyecto maravilloso", indicó, "se trata de reestructuración de vidas".
Doris Hipólito, que dirige la casa de acogida, "convence a mujeres en situación de drogas, de la calle, que no aborten, y las acoge con mucho amor y cariño".
Esta organización tiene "toda la estructura necesaria" para que las mujeres en riesgo de abortar tengan una "gestación con dignidad y respeto: prenatal, exámenes gratuitos, psicólogo, ajuar, capacitación para el trabajo y canalización de trabajo".
"Todo para asegurar que esa mujer desesperada no vaya a cometer el mayor error de su vida: abortar", explicó Sara.
Con esta labor, destacó, "nosotros no salvamos solamente bebés, nosotros también salvamos a madres".
"Doris Hipólito ha salvado más de 3 mil bebés en 25 años de trabajo, y yo estoy muy feliz de poder formar parte de este equipo", señaló.
Sara indicó además que comenzará a dictar clases de inglés para las mujeres embarazadas que reciben asistencia en la casa de acogida, así como para sus hijos.
La joven destacó también que así como le pasó a ella, otras feministas y promotoras del aborto podrían cambiar y defender la vida.
"Si yo pude tener vergüenza en la cara y cambiar mi postura, estoy seguro que con la ayuda de Dios y de buenas personas, cualquiera puede también", aseguró.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 15 de marzo de 2016