La Cuaresma, que este año inicia el 2 marzo, es un tiempo litúrgico de conversión en la que todo cristiano se prepara espiritualmente para vivir la Semana Santa.
Durante este tiempo especial de purificación, los católicos nos arrepentimos de nuestros pecados y nos comprometemos a cambiar algo de nosotros para vivir cada vez más cerca de Cristo.
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Shaun McAfee, laico dominico con una Maestría en Teología Dogmática, y autor de diversos libros que ayudan a la formación espiritual de los católicos, ofreció en el National Catholic Register seis consejos prácticos para ayudarte a vivir bien esta Cuaresma.
1. Encuentra algo para renunciar
La Cuaresma es nuestro tiempo especial de penitencia. Se trata de sacrificio, dirigir nuestra atención y devoción a honrar a Cristo, que voluntariamente se sacrificó por nuestro bien.
Una forma de hacerlo es encontrando algo a lo que renunciar. No tiene que ser demasiado austero, ni tampoco tiene que ser único para este año, puede ser algo simple, incluso algo a lo que hayas renunciado cada Cuaresma en el pasado.
Una buena regla de medida es renunciar a algo de lo que dependes, como puede ser un antojo, un acto habitual o alguna cosa que te facilita hacer algo. Solo recuerda que no se trata de renunciar a algo que ya es pecaminoso, pues el pecado es algo a lo que debes renunciar para siempre.
Algunos ejemplos pueden ser renunciar a usar tu almohada; desactivar la opción que te permite repetir la alarma de tu celular, de modo que te obligue a levantarte al primer timbrado en lugar de seguir durmiendo; dejar de consumir cualquier tipo de alcohol o chocolate; o renunciar a los baños de burbujas.
Toma nota de estas cosas en tu vida y elige una o varias cosas a las que renunciar en esta Cuaresma. Si no se te ocurre nada, responde este cuestionario en inglés.
2. Realiza una acción concreta o devoción
Además de los pequeños actos de renuncia, no como sustitución, muchos católicos también eligen comprometerse y realizar un acto o devoción específicos.
Por ejemplo, dar limosna, ser voluntario, dedicar tiempo a la Adoración Eucarística, practicar la devoción al Rosario o rezar la coronilla de la Divina Misericordia son prácticas comunes y alentadoras muy recomendables. En conclusión, sea devoto y abierto a realizar una obra de misericordia corporal o espiritual durante la Cuaresma.
3. Realiza una peregrinación si es posible
Existen numerosos lugares católicos de peregrinación en los cinco continentes, sin embargo, debido a las restricciones de viaje que hay en varios países por la pandemia, es recomendable buscar destinos de peregrinación en la localidad donde se reside.
Es importante recordar que debido a la pandemia del COVID-19, muchas peregrinaciones se han suspendido y algunos países aún se encuentran bajo medidas de aislamiento social, y por tanto, los fieles no pueden visitar los templos o no pueden realizar ciertas actividades turísticas. Por esto, es importante tomar este consejo con la debida prudencia y de acuerdo al contexto.
4. Planifica con anticipación
Planifique todas las actividades que se realizará durante este tiempo con antelación, de modo que pueda participar de las Misas de precepto o realizar el ayuno y abstinencia necesarios durante Semana Santa.
Por ejemplo, no programe esa noche de hamburguesas y cerveza en su casa en Viernes de Cuaresma. Recuerde que este día está obligado a abstenerse de consumir carnes, así que piénselo dos veces antes de organizar una cena en un restaurante especializado en carnes y parrillas o confirmar su asistencia a alguna reunión similar.
5. Realice el Vía Crucis
El Vía Crucis sigue siendo un ritual importante para reflexionar sobre la Pasión y el sacrificio en la Cruz de Nuestro Señor, especialmente durante la Cuaresma. Esta actividad también requiere planificarse con anticipación, pero también es importante manejar sus expectativas.
Quizás el día que planificó el Vía Crucis quiera ver el partido de fútbol que comienza a las 6 p.m. o quizás justo se estrena el capítulo de su serie favorita; sin embargo, va a tener que hacer sacrificios para dedicar tiempo a rezar. Si planifica realizar el Vía Crucis todos los viernes de Cuaresma, dígaselo a su familia para ayudarlos a aclarar sus horarios también.
6. Céntrese en lo importante
En Semana Santa suelen aumentar las ofertas para comer pescado en muchas localidades. Si bien la comida siempre es una gran oportunidad para el compañerismo, e incluso, la idea de acudir a estos restaurantes podría ayudar a los pequeños comerciantes locales o a iniciativas de recaudación de fondos para alguna causa solidaria, es importante ser prudente.
Recuerde que la Cuaresma es una temporada de penitencia y comer pescado es una conmemoración del contexto de sacrificio de este tiempo litúrgico. No se atiborre con un festín como un glotón. Sea solemne, sea sacrificado y sea penitencial. Tenga por seguro que vivirá y será más feliz este tiempo si está sincronizado con lo que nuestra Iglesia nos invita a vivir.
Solo en caso sea posible, es muy recomendable ir a Misa diaria, rezar el Rosario diario con sus hijos, venerar reliquias e iconografía católica presente en su localidad, ver menos televisión, estar menos tiempo en las redes sociales o frente a la pantalla de su celular, y pasar más tiempo en familia y oración diaria con su cónyuge.