El Beato Ludovico Pavoni, sacerdote italiano y fundador de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada; junto al Beato francés Salomón Leclercq, mártir y miembro de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle), serán declarados santos luego que el Papa Francisco reconociera los milagros atribuidos a su intercesión, informó este martes la Santa Sede.
El Santo Padre recibió ayer al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato y autorizó la promulgación de los decretos sobre los milagros atribuidos a ambos beatos. Además, se reconocieron las virtudes heroicas del Siervo de Dios Rafael Manuel Almansa Riaño, sacerdote colombiano, profeso de la Orden de los Frailes Menores.
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Ludovico Pavoni nació en Brescia (Italia) el 11 de septiembre de 1784. Fue el mayor de cinco hermanos. Ordenado presbítero en 1807, fue considerado un sacerdote brillante y gozó de la estima de su obispo, quien le confió varias tareas, entre ellas un instituto para adolescentes y jóvenes pobres o abandonados.
En 30 años el P. Ludovico mejora un método educativo y de instrucción de vanguardia, que anticipó las modernas escuelas profesionales. Además fundó la Congregación de los Hijos de María Inmaculada, los considerados "sacerdotes obreros". Su imaginación apostólica sorprende a las autoridades. El futuro santo parte a la Casa del Padre a los 65 años en 1849.
Mártir de la revolución francesa
El Beato Salomón Leclercq (cuyo nombre de bautizo fue Guillaume-Nicolas-Louis Leclercq), nació en Francia el 15 de noviembre de 1745. Miembro de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle), vivió la revolución francesa y los ataques laicistas contra la Iglesia.
La persecución religiosa golpeó duramente también a varios miembros de su congregación, pues las leyes consideraban ilegales las estructuras ilegales y exige a los religiosos no cumplir con sus votos bajo pena de muerte. El futuro santo es el primer lasallista en sufrir el martirio el 2 de septiembre de 1792 en el jardín del convento carmelita en París, convertido en prisión por los revolucionarios. Tenía 46 años.