Clare Crockett fue una religiosa irlandesa que murió en el terremoto del 16 de abril en Ecuador de la misma forma que vivió: ayudando a los demás. Este testimonio ha dejado un legado importante que sirve de inspiración para su familia y los católicos de su patria.
Emmet Doyle, primo de Clare, dijo al National Catholic Register que el testimonio de la religiosa ha servido de consuelo a su familia, que sufrió muchísimo con la noticia de su fallecimiento durante el terremoto de 7,8 grados en escala de Richter. "Ella murió como vivió: ayudando a los demás", dijo.
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Doyle también indicó que sus parientes la consideraban "una superestrella" y que "todos la amaban".
La hermana Clare Crockett vivía junto a otras nueve religiosas en la comunidad de Las Siervas del Hogar de la Madre ubicada en la localidad de Playa Prieta, a unos 200 kilómetros de Guayaquil. Todas residían en el segundo piso de un colegio que administraban.
Después del terremoto la hermana Clare, cuatro candidatas y una joven residente quedaron atrapadas bajo los escombros del edificio.
Emmet Doyle recordó que el cuerpo de la religiosa fue el último que el equipo de rescate encontró. "Ella estaba tratando de ayudar a las demás a bajar pero la escalera colapsó. Sabíamos que ella estaba atrapada, pero la información demoró en saberse", indicó.
Por su parte, el P. Brendan Collins, vicario de la parroquia que frecuentaba la hermana Clare en la ciudad de Derry, en Irlanda, dijo que "su familia está muy orgullosa de ella, por lo que logró en su corta vida y por el impacto de lo que hizo".
"La gente que la conoció vio cómo cambiaba la vida de las personas, quedando llenos del Espíritu de Dios", comentó.
El sacerdote añadió que "ella amaba el trabajo que hacía. Era feliz siendo monja. Cada vez que hablaba con su familia, vía Internet, estaba muy contenta".
Asimismo, el P. Collins indicó que los católicos de Derry, su ciudad natal, están devastados pero también conmovidos porque "ella fue muy valiente en el mundo en que vivimos hoy: dio todo y dejó todo atrás" para servir a Dios y su pueblo.
"Su legado persistirá en las personas cuyas vidas fueron cambiadas por ella en Ecuador. Su testimonio y ejemplo serán, pienso, una inspiración para muchos jóvenes de hoy, no solo para la vida religiosa, sino para seguir a tu corazón para usar los regalos que Dios te dio para el bien de los demás", dijo el P. Collins.
Por su parte, Mons. Donal McKeown, Obispo de Derry, destacó que el testimonio de la religiosa "no solo refleja su generosidad al responder al llamado de Dios, sino también lo que las generaciones de jóvenes idealistas que han entregado sus vidas y sus talentos al servicio del pueblo de Dios en el mundo".
Los restos de la hermana Clare llegarán a Dublín el viernes. Su funeral será en la iglesia de su comunidad.
El terremoto del pasado 16 de abril es considerado en Ecuador como el más desastroso después del sismo que ocurrió en el año 1979. Cobró la vida de más de 650 personas, dejó 4.605 heridos y cerca de 100 desaparecidos.
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en el National Catholic Register.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 19 de abril de 2016