Con la política de erradicar los símbolos del cristianismo en toda China, el 14 de abril dos miembros de un grupo encargado de demoler la iglesia cristiana Beitu, ubicada en la región central de China, fueron detenidos por la policía después de haber asesinado con una máquina de excavación a la esposa de un pastor cristiano que intentó detenerlos.
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In Demolition Campaign Against 'Illegal Buildings', China Destroys Christian Churches https://t.co/UA98UzYamn pic.twitter.com/lr5XerM6Pj
- BCNN1 (@bcnn1) 27 de abril de 2016
Ding Cumei y su marido Li Jiangong fueron empujados a una zanja y enterrados vivos por el bulldozer durante una reunión de su congregación. Su marido pudo escapar, pero ella no lo logró.
En el siguiente video se puede observar el cadáver de Ding Cumei tendido sobre la zanja:
ADVERTENCIA: Las imágenes son fuertes y pueden herir la sensibilidad del lector.
[https://www.youtube.com/watch?v=ofw7AztY410]
Una empresa respaldada por el partido comunista que gobierna el país envió al equipo de demolición a la iglesia después de que un promotor local decidiera tomar la propiedad, así lo denunció la ONG cristiana de derechos humanos, China Aid.
Uno de los miembros de la tripulación supuestamente dijo "entiérrenlos vivos por mí... Seré responsables de sus vidas". Además, un policía local contó a China Aid que dos miembros encargados de la demolición fueron detenidos, pero el oficial que llevaba el caso no dio a conocer los supuestos crímenes.
Los cristianos locales dijeron que las autoridades gubernamentales a cargo de la zona no estaban presentes para supervisar la demolición. Por su parte, Li denunció que la policía tomó un tiempo inusualmente largo para atender el asesinato.
Bob Fu, presidente de la ONG china, aseguró a ACI Prensa el pasado 25 de abril que el cristianismo se ha convertido en el "objetivo principal" en la cultura y es tratado como "una amenaza política y de seguridad para el régimen".
Asimismo señaló que la situación de los cristianos en China ha cambiado con el gobierno del presidente Xi Jinping, quien asumió el cargo en 2013. Comparó la situación con una "nueva revolución cultural".
En los mandatos anteriores de Jiang Zemin y Hu Jintao, "oficialmente el cristianismo no se consideraba abiertamente como una amenaza la seguridad nacional".
En aquellos tiempos la sospecha y la represión se centraron en las iglesias no registradas, tanto en iglesias protestantes y católicas. Ahora, incluso las iglesias registradas se han enfrentado a un mayor escrutinio y persecución.
Actualmente, los líderes de las iglesias sancionadas por el gobierno han sido sentenciados por crímenes considerados "graves".
No es el primer caso
Un día antes, el 13 de abril, las autoridades comunistas en la provincia costera de Zhejiang, demolieron el edificio de la iglesia cristiana Head Island en la ciudad de Wenzhou tras alegar que la cruz del recinto era demasiado alta, había sido construido ilegalmente y violaba las normas de construcción.
Los líderes de la iglesia y otros miembros de los fieles se opusieron a la demolición en un primer momento, hasta que los funcionarios del gobierno amenazaron a los manifestantes.
Uno de los miembros de la iglesia estima que la destrucción de la iglesia de tres pisos representa un costo de alrededor de 460 mil dólares.
La Iglesia Católica en China
Según un artículo del teólogo e investigador Thomas D. Williams se estima que unos 6 millones de ciudadanos chinos pertenecen a la Iglesia Católica y que no se identifican como miembros de las iglesias reconocidas y controladas por el Partido Comunista, que rechaza la autoridad del Vaticano para nombrar obispos y gobernarlos.
Los sacerdotes clandestinos, que suelen oficiar misas en casas y que se niegan a cumplir con el régimen para mantener su fidelidad a la Iglesia, en ocasiones son capturados y torturados en los llamados programas de "reeducación" o simplemente son desaparecidos.
Al menos cinco sacerdotes han "desaparecido" en China solo en el mes de abril. Un sexto fue encontrado muerto.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano se rompieron en 1951, dos años después de la llegada al poder de los comunistas que expulsaron a los clérigos extranjeros.
Como consecuencia, la Iglesia Católica en ese país se ha dividido en comunidades clandestinas y afines al régimen desde 1958. De estas últimas se encuentra la Asociación Católica Patriótica China que es manejada por el gobierno.
El Partido Comunista de China es la mayor organización explícitamente atea en el mundo, con 85 millones de miembros oficiales, mientras que los cristianos en el país son una minoría de unos 100 millones en una población total de 1350 millones de personas.
El cristianismo está creciendo tan rápido en China que algunos señalan que podría ser la nación con más cristianos en unos 15 años más. Por el momento, el mayor crecimiento se produce fuera en la Iglesia clandestina fiel a Roma que no es controlada por el Estado.
Aunque China reconoce teóricamente la libertad religiosa desde 1978, a los miembros del Partido Comunista se les prohíbe profesar cualquier religión.
En diciembre de 2010, el nombramiento de un obispo legítimamente ordenado como Presidente de la Asociación Patriótica China, durante una asamblea que sacerdotes y obispos fieles a Roma debieron atender a la fuerza, ha generado un distanciamiento entre el Vaticano y China.
Desde entonces la Santa Sede ha intentado acercarse a las autoridades del gobierno del gigante asiático.
Entre 2012 y 2015, China permitió la ordenación de dos obispos aprobados por el Vaticano, algo que permitió cierto acercamiento diplomático.
En agosto de 2014, mientras se dirigía a Corea del Sur, el Papa Francisco envió un telegrama al presidente de China, Xi Jinping, cuando su avión sobrevolaba el espacio aéreo del país para expresarle sus mejores deseos y darle una bendición para esta nación.
El hecho de que el Papa haya recibido permiso para sobrevolar el espacio aéreo chino fue considerado como un pequeño paso adelante. El Papa Juan Pablo II tuvo que evitar el espacio aéreo de este país durante sus viajes a Asia.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 25 de abril de 2016