Patricio Aylwin, el primer Presidente de Chile después de la dictadura en Chile, falleció este martes en su domicilio a la edad de 97 años. No sufría de alguna enfermedad pero su salud decayó considerablemente en marzo de 2016 y finalmente falleció en su casa en Santiago.
El Exmandatario gobernó entre 1990 y 1994 y tuvo la tarea de restaurar la democracia en el país que vivió 17 años en dictadura bajo el régimen de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990.
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En un recordado discurso en 1991, el fallecido mandatario dijo que "la sociedad chilena está en deuda con las víctimas de las violaciones de derechos humanos" y pidió "perdón a los familiares de las víctimas" del régimen militar.
El Cardenal Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), visitó a la familia del Expresidente y destacó "su vida intachable en relación con la Iglesia Católica".
"Creo que como cristiano ha hecho un aporte significativo a la vida del país haciendo de la política un camino de servicio, de concordia hacia el bien común", afirmó a la prensa.
Por su parte, el Vicepresidente de la CECh y Obispo de Rancagua, Mons. Alejandro Goic, dijo a Radio Cooperativa que "sin duda que Chile hoy ha perdido a uno de sus prohombres, es un hombre histórico, un gran político, un gran cristiano, un hombre con una capacidad enorme de diálogo, de buscar el bien de Chile y de todos los chilenos".
Los Obispos del Comité Permanente de la CECh expresaron su personal cercanía a su familia y agradecieron su legado en bien de la Patria.
En la nota publicada en el sitio web de la Cech destacan que "don Patricio supo entregar a su familia los valores en que siempre creyó, entre ellos su amor a Jesucristo y su identidad creyente. A doña Leonor, a sus hijos, nietos y familiares, a la Democracia Cristiana, expresamos nuestras condolencias, y encomendamos nuestra plegaria al Dios de la Vida y del consuelo. El Presidente Aylwin luchó incansablemente por una 'patria justa y buena' para todos. Hoy, nos anima la certeza de que el Señor recompensará con creces lo que con gran generosidad sembró en esta vida".
A raíz de su fallecimiento, la oficina de comunicaciones del Arzobispado de Santiago publicó una entrevista concedida en 2003 donde el Aylwin sostuvo que "ser cristiano significa generar cambios en las estructuras sociales que producen exclusión, pobreza e injusticia".
El gobierno nacional decretó tres días de duelo nacional. Tras un homenaje en el edificio donde antes se encontraba el Congreso Nacional, sus restos serán llevados a la Catedral Metropolitana y será sepultado en el Cementerio General.
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- ACI Prensa (@aciprensa) 5 de febrero de 2016