La Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por algunos sacerdotes y religiosos en el país, y aseguró su compromiso por prevenir nuevos casos, sancionar a los responsables y atender a las víctimas.
En un comunicado publicado al concluir su asamblea plenaria ordinaria, el 12 de abril, la CEU pidió "perdón a las personas que han sufrido abusos por parte de algunos clérigos y religiosos en nuestro país".
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De acuerdo a la CEU, en los últimos años se han procesado dos denuncias canónicas contra sacerdotes uruguayos. En un caso no se pudo probar la acusación, mientras que la segunda investigación sigue su curso.
"Hemos recibido concretamente dos denuncias en Montevideo", explicó el Obispo Auxiliar de Montevideo y portavoz de la CEU, Mons. Milton Tróccoli, en recientes declaraciones al programa televisivo Desayunos Informales, de Teledoce. "Se recibió una tercera en Maldonado, fue un relato más bien, pero no se siguió con la denuncia", indicó.
Consultado sobre si se pudieron comprobar los abusos sexuales, Mons. Tróccoli dijo que "en un caso no y el otro todavía está en proceso el juicio canónico. Son hechos de hace más de 20 años".
En su comunicado del 12 de abril, la CEU manifestó su "dolor y vergüenza" por casos como estos, pues los sacerdotes y religiosos "son personas que habiendo prometido servir a Dios y al prójimo, cometieron actos aberrantes".
La Conferencia Episcopal del Uruguay recordó que desde hace cuatro años han prestado "especial atención a este tema", y prepararon con la asesoría de expertos su "protocolo de acción frente a denuncias de abuso sexual a menores por parte de clérigos".
"El año pasado recibimos a los miembros del equipo de prevención de abusos de la Iglesia de Chile, que está integrado por sacerdotes, psicólogos y abogados, y estamos abocados a la creación de una comisión para la prevención de abusos en nuestra Iglesia".
Los obispos indicaron además que "frente a las denuncias de casos de personas dañadas, reiteramos nuestra firme disposición a recibirlas, escucharlas y acompañarlas, investigando y procediendo con rigor de acuerdo al Protocolo antes mencionado".
"También manifestamos nuestra total disponibilidad para colaborar con la justicia".
En medio de los problemas, la CEU reconoció "al mismo tiempo la generosidad de la gran mayoría de sacerdotes y consagrados que a diario entregan su vida al servicio del prójimo".
"Reafirmamos el valor de la consagración a Dios mediante el celibato, que la Iglesia mantiene, como un modo especial de seguimiento de los discípulos de Jesús", indicó la CEU.
Al concluir su mensaje, los obispos uruguayos reiteraron su compromiso "a seguir examinando con cuidado las motivaciones y aptitudes de los futuros sacerdotes", así como fomentar "la adecuada formación para la prevención de quienes colaboran en las comunidades, instituciones u obras sociales eclesiales".
Para leer el comunicado completo de la Conferencia Episcopal del Uruguay, puede ingresar aquí.